El que tiene oidos, oiga: La ira

jueves, 9 de julio de 2009

La ira

La ira abre el corazón a Satanás.

La amargura y animosidad deben ser desterradas del alma si queremos estar en armonía con el cielo.

Cuando vemos que Dios es deshonrado y su servicio puesto en oprobio, cuando vemos al inocente oprimido, una justa indignación conmueve el alma. Un enojo tal, nacido de una moral sensible, no es pecado.

El texto bíblico “airaos pero no pequéis “, se refiere a la justa indignación contra el pecado.

El Señor sentía una santa ira contra el príncipe de las tinieblas, pero no manifestó irritación. Así también el cristiano que vive en armonía con Dios, y posee los suaves atributos del amor y la misericordia, sentirá una justa indignación contra el pecado, pero la pasión no lo incitará a vilipendiar a los que lo vilipendien. Aun al hacer frente a aquellos que movidos por un poder infernal, sostienen la mentira, conservará en Cristo la serenidad y el dominio propio.

Hay quienes alimentan la ira. Magnifican los supuestos agravios, alimentan su ira, y se llenan de sentimientos de venganza y odio, ....Resistan esos sentimientos, y experimentarán un gran cambio en su relación con sus semejantes.

La impaciencia produce una cosecha funesta. Las quemantes palabras de ira no debieran ser pronunciadas, porque delante de Dios y los santos ángeles son como una especie de blasfemia.

No disciplinen cuando estan enojados. Los niños deben ser disciplinados y corregidos, cuando hacen algo malo, pero no lo hagamos nunca cuando estemos enojados. Ud puede haberse visto obligado a castigar con la vara a su hijo. Esto a veces es esencial. Pero nunca lo castigue cuando está enojado. Corregirlo de esa manera equivale a cometer dos errores al tratar de reparar uno.

Las emociones violentas ponen la vida en peligro. Muchos mueren victimas de una explosión de rabia y pasión.

Cada explosión de ira da su fruto. Una mirada , un gesto, una entonación de la voz. Pueden tomarse y utilizarse como una flecha del enemigo, para herir y envenenar el corazón que está abierto para recibirla.

Cristo considera el enojo como el asesinato... Las palabras apasionadas tienen sabor de muerte para muerte. ...El que las pronuncia no está cooperando con Dios para salvar a sus semejantes. En el cielo esta conducta perversa se coloca en la misma lista con el lenguaje soez. Mientras el odio permanezca en el alma no habrá ni una partícula del amor de Dios en ella.

El que es malhumorado por naturaleza, no sabe lo que es la verdadera felicidad, y rara vez está contento. ...Es la blanda respuesta la quita la ira. La venganza jamas ha vencido a un enemigo.

Es mas fácil reprender delante de una multitud. Pero introducir en la casa de Dios sentimientos duroa contra los individuos, haciendo sufrir a todos los inocentes como culpables, es una manera de trabajar que Dios no aprueba y que hace mas daño que bien.

La razón es destronada por la ira. Las represalias sólo producen malos resultados. . Cuando esté enojado, no hable. Hagan la prueba hermanos, hagan la prueba. CRUCIFIQUEN AL YO, EN LUGAR DE CRUCIFICAR A SUS HERMANOS . “Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo....” Hay un poder maravilloso en el silencio. Con la lengua frenada puede salir victorioso de cada prueba de la paciencia por la cual tenga que pasar.

Cultivemos un espíritu conciliador. Cultive una actitud amable y conciliadora. ....disponemos de muy poco tiempo en este mundo....trabajemos para el tiempo y la eternidad. ...Esté dispuesto a confesar sus faltas y a abandonarlos , de manera que sus errores y pecados vayan a juicio antes de ud. y sean borrados.

El carácter incontrolable puede ser vencido. ... no podran recibir la corona a menos que combatan legalmente.....los modales toscos, el carácter incontrolable, serán sometidos a la obediencia de la ley divina.

Para esta gente hay solo un remedio: dominio propio positivo en toda circunstancia Deberán humillarse, diciendo: “Me equivoqué, ¿podría perdonarme? Porque Dios ha dicho que no debemos permitir que el sol se ponga sobre nuestro enojo”. Eta es la única manera segura de lograr la victoria.

El odio denigra. El pensamiento engendra el hecho. La trasgresión puso al hombre en armonia con el enemigo.

El reproche produce odio. La envidia es causa de odio. Cualquiera que aborrece a su hermano es un homicida.El odio proviene del deseo de venganza. Satanás se deleita en manejar la mente y el corazón de los niños y si se le permite les inculcará su propio odioso espíritu.

El aceite del amor elimina la amargura.

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