El que tiene oidos, oiga: NUBES TORMENTOSAS SOBRE EL ANGUSTIOSO CIELO PLANETARIO V

miércoles, 29 de julio de 2009

NUBES TORMENTOSAS SOBRE EL ANGUSTIOSO CIELO PLANETARIO V

Los vientos de guerra están soplando ya sobre nuestro angustiado mundo. ¿Hasta dónde llegarán sus violentas ráfagas? ¿Qué consecuencias traerá esta guerra? Porque las palabras que anticipan los objetivos parecen extenderlos a escala planetaria ¿Podremos gozar de un mundo mejor y más justo al término de la contienda? ¿Podrá concretarse ese sueño mediante la instalación de un nuevo orden mundial? Porque hacia algo así pareceríamos encaminarnos como humanidad. ¿Hay alguna orientación más certera que la de las opiniones y especulaciones humanas? En otras palabras ¿tiene Dios algo para ofrecernos, o es que nuestro predicamento le resulta indiferente? En nuestro artículo anterior comenzamos a explorar la "opinión" de Dios, y lo hicimos iniciando el análisis de un pasaje particularmente extraordinario de la Palabra de Dios, Apocalipsis 13. Ocho pistas o pautas proporcionadas por esta profecía, en sus versos 1 al 10, nos permitieron avanzar con certeza desde los tiempos del colapso del Imperio Romano de Occidente hasta finales del siglo XVIII, para ser más exactos, hasta 1798. Hoy, y siempre alumbrados por el reflector profético, queremos cubrir los eventos desde aquellos días hasta los nuestros. No, no estamos olvidando nuestro objetivo final–la interpretación de los eventos del 11 de setiembre pdo.
Las 8 características o claves de Apocalipsis 13: 1-10 proporcionan una identificación precisa y certera del primer símbolo del capítulo : La "bestia" marítima, por poco que nos guste y por mal que nos pese, no es otra que el Cristianismo Romano. ¿Discutirlo? La verdad es que no tendría objeto, porque en esta identificación coinciden más allá de toda duda la profecía y la Historia. Por 1.260 años, desde 538 a 1798, esta entidad religioso-política habría de aherrojar a los hombres privándolos de derechos tan básicos como el de la libertad de conciencia y el del libre acceso a la Palabra de Dios.
Los versos 11 al 14 del mismo capítulo, ofrecen una clara identificación del segundo símbolo, el de la "bestia" terrestre, y lo hacen describiéndola en sus 7 aspectos distintivos. Primero : "Después [al tiempo del eclipsamiento, temporario, es cierto, de la "bestia" marítima, es decir, alrededor de 1798] ví otra bestia que subía de la tierra" (v. 11). En otras palabras, de una región poco poblada. El verbo griego anabaino describe el crecimiento de los vegetales, silencioso e imperceptiblemente. De acuerdo a esta primera descripción, hacia fines del siglo XVIII una nueva nación comenzaría a "subir", casi inadvertidamente, sobre el escenario del planeta.
Segundo : "tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero" (v. 11). Un "cordero", a diferencia de la feroz "bestia" marítima, símbolo apropiado de juventud e inocencia. En cuanto a sus "dos cuernos", son referencia a la fuente de su poder; símbolos de libertad, de respeto--libertad política o republicanismo, y libertad religiosa o Protestantismo. Precisamente lo opuesto de la intolerancia y tiranía de que habría de dar pruebas la primera bestia.
Tercero : con el paso de los años habría de experimentar un cambio dramático, al punto de hablar "como dragón." Es decir, bajo el control total del mismo "dragón escarlata" del cap. 12. Ese "dragón", luego de disfrazarse como una "bestia" marítima de aspecto leopardino, algún tiempo después de 1798 asumiría un nuevo disfraz, el de un "cordero" pero ahora con una naturaleza totalmente metamorfoseada–tan sólo le quedaría la apariencia de un "cordero" (v. 11).
Cuarto aspecto : habría de llegar a ejercer "toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella" (v. 12). ¿Qué significa "toda la autoridad de la primera bestia "? Pues la misma unión de iglesia y estado, lo que siempre resulta en intolerancia y persecución–una re-edición de lo ocurrido durante el tiempo en que la primera "bestia" tuvo autoridad, las persecuciones de los 1.260 años. ¿Qué significa "en presencia de ella"? Con su plena aprobación; es decir, imitando sus métodos, sus móviles, sus objetivos, demostrando su mismo espíritu. Resulta muy evidente que esa nueva nación no habría de llegar súbitamente a esa triste situación, sino como resultado de un proceso de acercamiento paulatino, de imitación progresiva de la "bestia" marítima, la agencia a través de la cual obra el "dragón". La apariencia de "cordero" continuará, sí, pero ya sin su inocencia y juventud, ya sin sus dos cuernos–la Constitución de ese país seguramente continuará, pero tan radicalmente modificada que será prácticamente imposible reconocerla. Para ese entonces esa Constitución habrá de reflejar las características del "dragón".
Quinto, la "bestia" terrestre habrá de ser escenario e instrumento de "grandes señales" engañando "a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia" (vv. 13, 14). Para que algo así pueda realmente ocurrir, este poder deberá transformarse previamente en superpotencia mundial única–un poder planetario sin ningún rival que pueda cuestionarle o estorbar sus movimientos. El poder de la primera "bestia", la "bestia" marítima, surgió, como tan claramente lo revela la Historia, de su control del estado o poder político; pero además, del espiritismo–como habrán de revelarlo esas "grandes señales", obradas en y por la segunda "bestia", todavía manteniendo, sin embargo, la apariencia de un "cordero".
Sexto aspecto : todo su accionar milagroso, sobrenatural, se encaminará hacia un solo propósito, "que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada" (v. 12). En otras palabras, todo el poder de esa única superpotencia terminará siendo colocado a disposición del Cristianismo Romano. Y, sin embargo, esa identificación no habrá de representar fusión al punto de hacerla desaparecer. Seguirá manteniendo su identidad hasta el mismo fin.
Séptimo, y último, ese objetivo, la imposición universal de acatamiento y adoración " a la primera bestia", habrá de cristalizarse con la erección de una "imagen a la bestia," la que en un segundo momento se transformará en "imagen de la bestia" (vv. 14, 15)–es decir, un proceso de admiración y acercamiento creciente hasta llegar a copia carbónica.
Como lo repetimos al iniciar este tema, la "bestia" marítima es un símbolo del Cristianismo Romano. Pero ¿a qué simboliza esta "bestia" ovina terrestre? Fijémonos bien : haría su aparición a fines del siglo XVIII, emergiendo de un área muy poco poblada. Su surgimiento no respondería a paroxismos bélicos o al ensangrentamiento inmisericorde de tierras, sino que habría de ser paulatino, imperceptible. Este nuevo poder o nación se caracterizaría por las notables libertades que habría de conceder a sus habitantes. Pero a pesar de un comienzo y desarrollo tan auspiciosos, distintas circunstancias la irían empujando en la dirección de un cambio dramático. De paladín del respeto a las libertades, infiltrada entonces por el "dragón", habrá de adoptar el modelo y las características de la "bestia" marítima original, es decir, religión legislada-- intolerancia y persecución, con el poder religioso ejerciendo gran presión sobre las autoridades civiles, con el objeto de imponer esquemas y formas de adoración en nada diferentes de las del Cristianismo Romano.
Con estos 7 elementos característicos ¿podemos intentar ahora su identificación? "Una nación, y solo una, responde a los datos y rasgos característicos de esta profecía [Apocalipsis 13: 11-14]; no hay duda de que se trata aquí de los Estados Unidos de Norteamérica." El Conflicto de los Siglos, p. 493.
Continuará

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