El que tiene oidos, oiga: NUBES TORMENTOSAS SOBRE EL ANGUSTIOSO CIELO PLANETARIO IV

miércoles, 29 de julio de 2009

NUBES TORMENTOSAS SOBRE EL ANGUSTIOSO CIELO PLANETARIO IV

Concluimos nuestro artículo anterior con un serio interrogante : "¿Qué es lo que se está gestando en el gran matraz de la Historia? Mucho más allá de meras opiniones o preferencias personales ¿tiene algo para decirnos sobre este tema la Palabra de Dios? Sí, allí está, en Apocalipsis capítulo13, el tema de nuestro próximo artículo." Con esta introducción, comencemos a adentrarnos en este capíulo tan significativo. Lo que sigue requiere una lectura cuidadosa como condición para comprenderlo.
Apocalipsis 13 cubre con magníficas y precisas pinceladas simbólicas toda la Era Cristiana, desde los tiempos del Imperio Romano hasta la crisis final por la que tendrá que pasar el pueblo de Dios, o como lo refiere el mismo libro, el Remanente del pueblo de Dios, justamente antes del regreso del Señor. Tres son sus símbolos básicos, y al referirnos a ellos utilizaremos un término que a veces ocasiona alguna molestia, pero es el que usa San Juan en su descripción, "bestia", es decir, un animal feroz. Conviene recordar, sin embargo, que nada hay de insultante en la expresión, ya que se trata tan sólo de símbolos.
Estos son los tres extraños símbolos mencionados en el capítulo : (a)Una "bestia" o animal marítimo, dotada de siete cabezas y diez cuernos; (b)Una "bestia" o animal terrestre, "con dos cuernos semejantes a los de un cordero;" y (c)Una "imagen a la bestia," que en corto tiempo habrá de transformarse en "imagen de la bestia", levantada por la segunda bestia simbólica en homenaje a la primera. ¿Se pueden identificar los poderes así representados? No ofrecen mayores problemas de comprensión cuando se los explora a la luz de la Historia.
Los versículos 1 a 10 del capítulo 13, enumeran 8 rasgos distintivos claramente identificatorios de la primera "bestia", la bestia a la que nos refrimos como marítima : ¿Cuáles son esas ocho características? Primera, contestando la pregunta del ¿dónde?, habría de hacer su aparición emergiendo del mar, surgiendo de tierras bien pobladas, como lo indica el símbolo del "mar (en los mensajes de los profetas el mar es siempre símbolo de pueblos, naciones, multitudes; en este caso, de las tierras pobladas de Europa).
Segunda, respondiendo al interrogante del ¿cómo?, estaría animada por el mismo espíritu y los mismos móviles del "dragón" del capítulo 12, identificado en 12:9 como "el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero." Tan identificada estaría con el "dragón" que se la describe con su mismísimo aspecto, "siete cabezas y diez cuernos." En síntesis, el "dragón" desempeñaría un papel protagónico de la "bestia" marítima.
Tercera, ¿cuándo habría de surgir? Esta primera bestia del capítulo 13 refleja los tiempos de transición de la Roma Pagana a la Roma Cristiana. ¿Cómo lo sabemos? Por tres declaraciones del capítulo. La primera, "la bestia . . . era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león" (v. 2) No puede haber dudas de que se trata de la misma cuarta "bestia" de Daniel 7, símbolo del Imperio Romano. Las tres "bestias" previamente mencionadas en Daniel 7, león, oso y lepardos, son referidas aquí en orden inverso–leopardo oso y león, Sin embargo, la del cap. 13 no es ni el "león" (Babilonia), ni el "oso" (Medopersia), ni el "leopardo" (Grecia-Macedonia), sino la inmediatamente posterior al leopardo simbólico, es decir, el poder que habría de suceder al Imperio Greco-Macedónico, Roma. La segunda declaración, "el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad" (v. 2). No habría ninguna interrupción histórica o cronológica entre una Roma y la otra. De la descripción resulta claro que el poder, autoridad y hasta la capital de la primera Roma, la pagana, habrían de ser eventualmente transferidos por el "dragón" a la nueva Roma, que habría de surgir de entre las ruinas de la primera Roma, la pagana. La tercera, la nueva Roma sería un poder blasfemo: el dragón le "dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; . . . blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo" (v v. 5, 6).
La cuarta característica, refuerza la respuesta a las preguntas del ¿dónde? y del ¿cuándo? y surge de la ubicación de las coronas sobre los diez cuernos–no otra cosa que la anticipación de la división del Imperio Romano de Occidente entre numerosas naciones ("diez" es un número redondo, no necesariamente exacto). Esto apunta a eventos que habrían de ocurrir después del año 476, el año cuando desapareció el Imperio Romano de Occidente. Quinta, ¿por cuánto tiempo? La especificación de un período de actuación incontestada de la nueva Roma, luchando por imponerse sobre todo otro poder, aparece indicado como--"se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses" o 1.260 días proféticos o años literales; este período, como tan claramente lo indica la Historia, se extendió entre los años 538 y 1798 (v. 5). Sexta, ¿qué habría de caracterizar su actuación durante esos 1.260 años, "se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos"–es decir, los verdaderos hijos de Dios habrían de ser tenazmente perseguidos por su fe (v. 7).
Séptima, ¿hasta cuándo duraría esa despiadada persecución? Hats que una de sus cabezas, la 5a., recibiera una "como herida de muerte" (v. 3), referida también como un período de "cautividad" (v. 10), que se extendió desde cuando la Roma Cristiana perdió su poder, en 1798, hasta cuando comenzó a recuperarlo de nuevo, especialmente a partir de 1929. Contra todo lo previsible, la "bestia" herida habría de experimentar una recuperación milagrosa, asombrosa, y de alcance mundial, planetario, al punto de concitar adoración universal (vv. 7, 8). Y octava, ¿cuáles habrían de ser los resultados o consecuencias? La recepción de esa herida en una de sus cabezas, no solamente pondría fin a esa larga persecución de 1.260 años, sino que haría posible el surgimiento del "remanente" final de Dios, al cual se lo describe gloriosamente como, "Aquí [inmediatamente después de 1798] está la paciencia [necesidad de un tiempo de espera] y la fe [mejor, "fidelidad"] de los santos" (v. 10), referida en 14:12 como la "fidelidad de Jesús". ¿Podría quedar alguna duda, apreciados amigos, relativa a la identidad histórica del poder o sistema representado por este primer símbolo de Apocalipsis 13? Difícilmente, si con mente desprejuiciada, y siendo fieles a los testimonios de la Biblia y de la Historia, permitimos que estas 8 características establezcan la identidad del poder así representado.
Pero ¿que tiene todo esto que ver con lo que estamos considerando y evaluando en estos artículos? Un poco de paciencia, y ya llegaremos.

Continuará

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.