El que tiene oidos, oiga: agosto 2009

domingo, 30 de agosto de 2009

Confianza Para el 5 de septiembre de 2009

Lección 10

 Sábado 29 de agosto
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 3:36; Hechos 4:29; 1 Corintios 9:27; Hebreos 4:16 1 Juan 5:13-21; Apocalipsis 1:29.
PARA MEMORIZAR:
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 5:14).
BENJAMÍN FRANKLIN DIJO EN CIERTA OCASIÓN que hay solo dos cosas seguras en esta vida: la muerte y los impuestos. Hay una tercera cosa que es segura también: ¡La vida está llena de inseguridad!
No sabemos cuán seguro es nuestro empleo. Nada garantiza que es¬temos protegidos de enfermedades, de terrorismo, de guerras y de desas¬tres naturales. No tenemos garantía de que cuando nos vamos a la cama nos despertaremos al día siguiente.
Afrontando esto, hacemos lo mejor que podemos para protegernos de estas dificultades; no obstante, al fin, nuestros mejores esfuerzos no nos pueden garantizar nada.
Pero ¿qué diremos acerca de Dios? ¿Y de las promesas de Dios para nosotros? ¿No son ellas seguras? ¿Cómo podemos vivir sin confianza y segu¬ridad en lo que respecta a Dios? Nuestra relación con Dios y el vivir con él para siempre son más importantes que cualquier otra cosa. ¿Qué tiene Juan para decirnos acerca de esto, que es lo más importante en nuestras vidas?
UN VISTAZO A LA SEMANA: ¿En qué podemos tener confianza? ¿Qué hacer para no transformar nuestra confianza en presunción? ¿Qué confianza podemos tener de que nuestras oraciones puedan ser respondidas? ¿Qué protección contra Satanás se nos ofrece? ¿Cómo podemos llegar al conocimiento de Dios?

 Domingo 30 de agosto
TENER CONFIANZA (1 Juan 5:13-21)
En 1 Juan 5:14 está la palabra confianza, que también significa segu¬ridad, valentía o, en otros contextos, denuedo (Hechos 4:29, 31) y claridad (Juan 16:25, 29).
De acuerdo con Hebreos 4:16 y 10:19, los cristianos pueden acer¬carse al Trono de Dios con confianza. ¿Por qué? Primero, porque Jesús derramó su sangre por ellos en la cruz. Y segundo, porque Jesús ha ascen¬dido al cielo para servir allí como Sumo Sacerdote en favor de ellos.
Juan usa el mismo término en 1 Juan 4:17 al hablar de “confianza” en el día del Juicio. Los cristianos no tienen temor del Juicio. Ellos dependen de lo que Jesús ha hecho por ellos. Su confianza no está en ellos mismos, o en lo que ellos hicieron o pudieran hacer alguna vez. Esta confianza descansa, en cambio, totalmente en Jesús.
Otra manera en que Juan expresa esta idea de confianza es por el uso repetido de la frase “sabemos”, al final de 1 Juan. Mientras esta frase se encuentra a lo largo de la carta solo dos veces (1 Juan 3:2, 14), aparece cinco veces en la conclusión de la epístola, y adicionalmente enfatiza el tema de la “confianza”.
De acuerdo con los siguientes textos, ¿en qué podemos tener con¬fianza?
1 Juan 5:13 ___________________________________________________
1 Juan 5:15 ___________________________________________________
1 Juan 5:18 ___________________________________________________
1 Juan 5:19 ___________________________________________________
1 Juan 5:20 ___________________________________________________
En 1 Juan 5:13, el apóstol dice para que sepáis y habla acerca de la certeza de la salvación. Desde 1 Juan 5:15 en adelante, él usa sabemos. En 1 Juan 5:15, él enfatiza que nuestras oraciones son escuchadas. Podemos tener confianza. En 1 Juan 5:18, sabemos es seguida por la promesa de la protección divina. En 1 Juan 5:19, el mismo verbo sabemos introduce el maravilloso concepto de pertenecer a Dios, y en 1 Juan 5:20 enfatiza que sabemos que Jesús ha venido y, por lo tanto, por medio de Jesús, conoce¬mos a Dios y estamos en él. Por ello, los cristianos tienen confianza con respecto a su relación con Dios, su vida de oración, su situación presente y su destino eterno.

¿Cuántas veces te has chasqueado contigo mismo en el último mes, la última semana o el último día? Podríamos decir: “Guarda un registro de esos chascos”, pero eso podría ser demasiado desanimador. ¿De qué manera la realidad de tus propias debilidades te hace sentir la necesidad de asegurarte que tu confianza se apoye en Jesús y no en ti mismo?

 Lunes 31 de agosto
TENER VIDA ETERNA (1 Juan 5:13)
Lee 1 Juan 5:13. ¿De qué podemos estar seguros, de acuerdo con este texto?
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El versículo 13 proporciona una razón importante para que Juan escribiera esta carta. Él quería que sus oyentes tuvieran la seguridad de la salvación. Sus oyentes y sus lectores debían saber que ya tienen vida eterna. La vida eterna es una realidad actual. Juan hace una afirmación similar al final de su Evangelio (Juan 20:30, 31).
Primera de Juan 5:13 sobrepasa a los demás textos del Nuevo Testa¬mento que tratan acerca de la vida eterna. Ellos mencionan una condición y contienen una promesa (p. ej., Juan 3:36), pero 1 Juan 5:13 afirma que los hijos de Dios deben saber que tienen vida eterna. No es una opción, algo que pueda ser añadido a la vida cristiana, o que pueda ser dejado fuera de ella. Dios quiere que tengamos la seguridad de la salvación. Moisés (Éxodo 32:32), Pedro (1 Pedro 5:1), Pablo (2 Timoteo 4:7, 8), los cristianos de Éfeso (Efe. 2:8) y los creyentes de Colosas (Colosenses 1:12-14) tenían esta certeza.
¿De qué manera podemos, sin embargo, estar protegidos para no tomar esta seguridad y transformarla en presunción? Ver Mateo 10:22; 1 Corintios 9:27; Apocalipsis 3:11.
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Algunas personas han tomado esta “confianza” en la salvación y la transformaron en una “garantía incondicional”, la idea de que “una vez salvo, siempre salvo”. Si esto fuera cierto, ¿qué nos detendría de olvidar¬nos completamente de Dios y vivir una vida inmoral y sin ética, la que de acuerdo con la Biblia nos impediría entrar en el cielo (Gálatas 5:21; Apocalipsis 21:8)? Después de todo, ya es difícil mantenernos puros, aun sabiendo que podemos apartarnos de Dios. ¡Imagínate cómo sería si pensáramos que no importa nada la manera en que vivimos!
La Biblia enseña que hay seguridad de salvación, pero esta certeza se puede perder por nuestras propias elecciones. Necesitamos aferrarnos a la corona de la vida manteniéndonos rendidos cada día al Señor en obe¬diencia, en arrepentimiento y fe. Siempre debemos velar y orar, porque Satanás está buscando a quién devorar (1 Pedro 5:8). Y si sus víctimas no somos nosotros, ¿a quién buscaría?

Mírate bien de cerca (sabemos que es doloroso). ¿Estás luchando con la seguridad de tu salvación? Si es así, ¿no será por causa de las cosas que estás haciendo? es así, entonces primero debes reclamar el perdón que ya ganó Cristo para ti, y luego reclamar el poder para vencer que él te promete. ¿Qué te retiene sino tus propias elecciones?

 Martes 1º de septiembre
DE ACUERDO CON SU VOLUNTAD (1 Juan 5:14-17)
Lee 1 Juan 5:14 y 15. ¿Qué promesa tenemos aquí? Pero más im¬portante, ¿qué debería significar para nosotros?
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Podemos ir a Dios con todos nuestros gozos, cargas y pedidos. Po¬demos decirle que necesitamos dinero. Podemos decirle que tenemos problemas con nuestros hijos y necesitamos su intervención. Podemos decirle que estamos seriamente enfermos y necesitamos curación. ¿Sa¬bemos que él nos enviará un cheque, enderezará a nuestros hijos o nos sanará de una cruel enfermedad? No necesariamente. Cuando Jesús oró en Getsemaní, él añadió a su oración: “Hágase tu voluntad” (Mateo 26:42); y Dios no lo libró de la cruz.
Sin embargo, si confesamos nuestros pecados y pedimos el perdón, Dios no nos pone en una lista de espera; más bien, podemos tener con¬fianza en que, al terminar nuestra oración, el perdón ya ha llegado a ser una realidad. Si le pido que me haga su hijo porque acepto a Jesús como Salvador y Señor, Dios responderá esa oración de inmediato. Siempre que la voluntad de Dios esté revelada en las Escrituras –sea en un mandato o en una promesa– y reclamamos esa expresión de su voluntad, sabemos que la oración es respondida. En casos en los que no estamos seguros de cómo Dios nos guiará, deberíamos añadir “Hágase tu voluntad” a nuestras oraciones y, con confianza, creer que el Señor hará lo que es mejor.
No es fácil comprender 1 Juan 5:16 y 17. Los eruditos están dividi¬dos acerca de lo que significan estos textos (algunos dicen que es el peca¬do contra el Espíritu Santo). Sin embargo, sí sabemos que todo pecado es una injusticia y que no puede ser justificado ni tolerado. Pero ¿cuál es la distinción de los pecados que ha hecho Juan en estos versículos? Esto no es fácil de contestar. Sea lo que fuere lo que Juan está queriendo enseñar, podemos estar seguros de que él no está minimizando la seriedad del pecado.

A todos nos ha pasado que hemos hecho oraciones que no fue¬ron respondidas de ninguna manera. Un ser amado fallece a pesar de las oraciones. Un trabajo se pierde a pesar de las oraciones. Y así podríamos seguir. En algunos casos, más tarde podemos ver cómo las cosas resultaron mejores cuando la oración no fue contestada como hubiéramos querido. En otros, todo lo que vemos es frustra¬ción, dolor de corazón y tristeza. ¿De qué modo debemos tratar con estas últimas situaciones? ¿Cómo debemos seguir viviendo por fe y confiar en Dios cuando las oraciones aparentemente no contestadas nos dejan llenos de dolor, chasco y, sí, aun dudas?

 Miércoles 2 de septiembre
CONFIADOS EN SER PROTEGIDOS (1 Juan 5:18, 19)
En 1 Juan 5:18 y 19, Juan dos veces afirma que “sabemos”. Sin em¬bargo, Juan no está preocupado solo por el conocimiento.
¿Qué desafío indirecto contienen los versículos 18 y 19?
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En el versículo 18, aparece la frase ha nacido de Dios y su equivalente, engendrado por Dios. La primera frase se refiere a todo creyente verdadero, mientras que la segunda frase se refiere a Jesús. En el griego, hay una diferen¬cia en los tiempos verbales, que puede ser muy importante. Todo aquel que es nacido de Dios aparece en el tiempo perfecto y puede describir el efecto du¬radero de la regeneración. La segunda frase se encuentra en un tiempo que se refiere solo a un evento específico en el pasado. La segunda frase describe la encarnación de Jesús. La primera frase se refiere a la experiencia de los seres humanos que nacieron de nuevo (Juan 3:3, 5; 1 Juan 3:9). El uso del mismo término para Jesús puede señalar el hecho de que Jesús ha llegado a estar tan cerca de nosotros, hasta llegar a ser uno de nosotros.
¿Qué consuelo contienen estos versículos? 1 Juan 5:18, 19.
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Ambos versículos mencionan al maligno (también se lo menciona en 1 Juan 2:13, 14; 3:12). Describe a Satanás. Juan también lo llama el diablo (1 Juan 3:8, 10). Según Apocalipsis 12:9, él es la serpiente antigua, el diablo. Primera de Juan 5:18 y 19 proporciona un breve vistazo al gran conflicto entre Cristo y Satanás. Esta controversia está revelada en el libro del Apocalipsis, especialmente en el capítulo 12. Sin embargo, los diferentes bandos ya están señalados en 1 Juan.
En los versículos 18 y 19, Juan se refiere al mundo como el terreno del maligno. Del otro lado del conflicto, los discípulos de Jesús se en¬cuentran junto a Dios el Padre y a Jesús. Jesús los cuida y no permite que Satanás los toque. Por lo tanto, ellos son capaces de decir no al pecado y resistir las tentaciones.
El versículo 19 afirma que somos de Dios. Podemos tener confianza porque tenemos una relación directa e íntima con Dios y estamos sepa¬rados del mundo.

¿De qué modo experimentas la realidad del gran conflicto en tu propia vida? ¿Cómo puedes hacer que estas promesas de victoria y protección sean tuyas? Es decir, ¿qué estás haciendo que podría hacer imposible que aquellas promesas se cumplan para ti ahora? Al mismo tiempo, ¿qué esperanza puedes obtener del hecho de que Jesús ya ha ganado la guerra contra Satanás por nosotros, y nos ofrece su victoria?

 Jueves 3 de septiembre
TENER EL VERDADERO CONOCIMIENTO DE LA DEIDAD (1 Juan 5:20, 21)
Otra vez Juan afirma que “sabemos”. Conocemos a aquel que es ver¬dadero. El Hijo de Dios, Jesús, ha venido a este mundo y nos ha revelado a Dios el Padre. Este conocimiento no es meramente intelectual, sino un conocimiento que nos conduce a una conexión estrecha con Dios.
De acuerdo con 1 Juan 5:20, ¿quién es el verdadero?
A través de toda su primera carta, hemos visto que Juan pasa fá¬cilmente del Padre a Jesús. En algunos casos, el pronombre personal él puede referirse a ambos, el Padre y el Hijo. Esto no es ninguna sorpresa, porque “el que confiesa al Hijo, tiene también al Padre” (1 Juan 2:23). En 1 Juan 5:20, se incluye la palabra verdadero tres veces. La primera refe¬rencia señala claramente a Dios el Padre: Jesús ha venido y nos ha dado percepciones que nos llevan a entender al Padre.
La segunda referencia puede ser a Jesús: “Estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo”. La última parte de esta cláusula parece explicar la primera: El Hijo de Dios es el que es verdadero. La palabra verdadero se encuentra en 1 Juan 2:8, y describe a Jesús (ver también Apocalipsis 3:7, 14), pero también es un atributo del Padre (Juan 7:28).
La última referencia que menciona la palabra verdadero aparece en la frase: “Este es el verdadero Dios, y la vida eterna”. Esta oración puede referirse a Dios el Padre, a Jesús, o a ambos. Los expositores están divi¬didos en este tema. En cualquier caso, tiene sentido perfectamente si se relaciona con Jesús.
¿Qué enseña 1 Juan 5:21, y cómo podríamos aplicar este principio a nosotros mismos?
Hasta aquí, en toda la Epístola, Juan no ha mencionado la idolatría. En cambio, ha luchado con falsos conceptos acerca de Jesús y su influencia sobre los miembros de la iglesia. ¿Por qué, al final de su carta, como una amonestación última, presenta un tema que no se mencionó antes? Tal vez Juan considera que los falsos conceptos acerca de Cristo sean idolatría, y así la idolatría está asociada con las enseñanzas de los anticristos acerca de Dios y de Jesús. La comprensión de ellos acerca de la Deidad puede considerarse como la adoración de falsos dioses en lugar de adorar al Padre, quien en Jesús da vida eterna y confianza a todos los verdaderos creyentes.

Escribe un párrafo que exprese lo que “sabes” acerca de la natu¬raleza y el carácter de Dios, y llévalo a la clase el sábado. ¿Cuáles son algunas cosas que no sabes acerca de Dios? ¿Cuáles te gustaría saber?

 Viernes 4 de septiembre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee las páginas 112 a 114 del capí¬tulo “Cómo aumentar la fe y la confianza”, en Palabras de vida del gran Maestro; y la página 115 del capítulo “De Jezreel a Horeb”, en Profetas y reyes.
“Cuando pedimos bendiciones terrenales, tal vez la respuesta a nues¬tra oración sea dilatada, o Dios nos dé algo diferente de lo que pedimos, pero no sucede así cuando pedimos liberación del pecado. Él quiere lim-piarnos del pecado, hacernos hijos suyos y habilitarnos para vivir una vida santa. Cristo ‘se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de Dios y Padre nuestro’ (Gálatas 1:4). Y ‘ésta es la confianza que tenemos en él, que si demandáre¬mos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que demandáremos, sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado’ (1 Juan 5:14, 15). ‘Si confe¬samos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad’ (1 Juan 1:9)” (El Deseado de todas las gentes, pp. 231, 232).
“Si la vida de los enfermos puede glorificarlo, oramos que vivan, pero no que se haga como nosotros queremos, sino como él quiere. Nuestra fe puede ser muy firme e implícita si rendimos nuestro deseo al Dios omni¬sapiente y, sin ansiedad febril, con perfecta confianza, se lo consagramos todo a él. Tenemos la promesa. Sabemos que él nos oye si pedimos de acuerdo con su voluntad. Nuestras peticiones no deben cobrar forma de órdenes, sino de una intercesión para que él haga las cosas que deseamos que haga” (Joyas de los testimonios, tomo 1, p. 213).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Como clase, analicen lo que escribieron al final de la sección del jueves. ¿Qué pueden aprender los unos de los otros?
2. Muchos han luchado con el tema de la “seguridad de la salvación”. ¿Cuál es, generalmente, la razón de este problema? ¿Cómo puedes ayudar a los que están luchando con ello?
3. Considerando todas las promesas maravillosas de victoria sobre el pecado que hay en la Biblia, ¿por qué tantos de nosotros todavía volvemos a caer una y otra vez en los mismos pecados?
4. ¿Cómo vemos la realidad de la gran controversia que se manifiesta en nuestro mundo actual? ¿De qué manera se presenta en tu propia comunidad, o aun en tu propio hogar? ¿Qué estás haciendo, en la controversia, en favor de la causa de Cristo? ¿Qué puedes hacer tú como individuo, o junto con tu iglesia, por la causa de Cristo, en la batalla de Cristo contra Satanás?

Bendiciones

jueves, 27 de agosto de 2009

El Baile, ¿Debemos bailar?

¿Has estado alguna vez en un lugar, como decir en tu casa o en la esquina de una calle cuando repentinamente escuchaste música? No sólo música, sino música con golpes estruendosos. Es posible que nunca antes hayas escuchado esa pieza en tu vida. Y que ni siquiera conozcas la letra, pero antes que te dieras cuenta, tu pie repentinamente se mueve o tu cuerpo se balancea con la música. ¡Estás bailando!

Para esto, ya todos sabemos que los cristianos Adventistas del Séptimo Día no bailan. No se mueven con el ritmo. Y tampoco comienzan a contorsionarse en ninguna forma, manera o estilo. Pero, ¿sabes por qué? Si piensas que es porque todo lo que es baile está mal tendrás que volver a pensar. Bailar, es decir, moverse rítmicamente con la música, no es algo inherentemente malo.

Algunos personajes de la Biblia bailaron. Bailaron. El baile no siempre fue algo malo. ¿Qué es aquello que hace que el baile sea unas veces bueno y otras veces malo? Para responder a esta pregunta, comencemos con David, porque David fue en definitiva un bailarín.

Llenas de entusiasmo, las muchedumbres se agolpaban para ver la procesión que pronto pasaría ante ellos. Podían escuchar el sonido de la trompetas y de los tamborines. Cánticos y alabanzas a Jehová hacían eco a lo largo del campo. El Arca del Pacto estaba llegando a Jerusalén. Habían pasado muchos años para que el arca estuviera en su justo lugar de honor. Eso llevaría a un cambio.

A medida que la procesión se acercaba, una figura se hacía cada vez más clara a los observadores que festejaban. David, el rey de Israel, no estaba con sus ropas reales. Bailaba delante del arca con un efod de lino blanco. David estaba haciendo notoria una situación. En aquellos días, cuando un ejército capturaba a las tropas enemigas, era costumbre forzar a uno o más de los cautivos para bailar alegremente delante del rey victorioso. Esto simbolizaba la sujeción y humildad del cautivo en presencia del rey. Mientras David bailaba delante del arca, quería que todo Israel reconociera que él era un cautivo de Dios. Estaba mostrando su humildad y sujeción al Rey del Universo.

¿Piensas que el pueblo quedó espantado al verlo bailar? No. ¿Crees que la muchedumbre entendió el mensaje que David estaba demostrando? Con toda seguridad. ¡Y qué gran mensaje era aquel!

La Biblia sólo tiene 27 versículos, que mencionan directamente el baile. A partir de ellos podemos deducir qué elementos y actitudes debe incluir el baile a fin de ser aceptable ante Dios, y a la vez, apropiada para nosotros. En el Salmo 150: 3-5, leemos: “Alabadle a son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo”.

Es obvio que este versículo habla sobre el uso del baile como un medio de adoración a Dios. Es importante comprender el significado hebreo del baile en este texto. De lo que se está hablando aquí es en relación al baile o ronda. No se trata de una danza individual o de una pareja, como muchas de los bailes seculares de hoy. No hay nada que sugiera aquello. Consiste de movimientos como saltos y vueltas.

Otros versículos hablan sobre el baile como un medio para expresar gozo entre una comunidad de personas. Por lo general, eso se debía a que habían obtenido la victoria en la batalla sobre el enemigo. (Ejemplos incluyen Exo. 15:20; Jueces 11:34; 1 Sam. 21:11; Jer. 31:4 y Luc. 15:25). Estos temas nos muestran que el baile ante Dios, como una forma de adoración, sujeción y reverencia, es apropiado para el cristiano.

Si estás pensando que, “después de todo, bailar está bien”, ten en mente que hay otras cosas que considerar, a parte de su aceptabilidad como una forma de adoración. Si pasaras por el pasillo del medio de tu iglesia saltando y bailando este sábado, imitando a David, no esperes una bienvenida gozosa como la que él recibió. Todo tiene su tiempo y su lugar. El tiempo y el lugar para bailar en adoración a Dios no es aquel que resultará ofensivo para otros, sin interesar cuan bíblico sea. Como con cualquier otra actividad, es importante recordar la amonestación de Pablo a los Corintios: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios” (1 Cor. 10:31-32).

Por supuesto que Satanás trabaja arduamente para pervertir cualquier cosa buena que Dios nos ha dado. Ha hecho lo mismo con el baile, torciéndolo hasta que no sólo no hay nada bueno en el baile secular, sino que está tan lleno de intenciones malvadas que los cristianos procuran evitarlo totalmente. Y existen algunas forma de baile que se deben evitar.

Cuando los israelitas estaban reunidos al pie del Monte Sinaí, Dios dio la orden de que no tuvieran otros dioses delante de él. Hoy, reconocemos que esa orden es parte de los Diez Mandamientos. Unos pocos capítulos después, en Exodo 32, los mismos israelitas estaban bailando y adorando al becerro de oro.

Si nuestro baile es para adorar a Dios, entonces tenemos que estar seguros que no es una forma de adoración a otro dios. En algunas partes del mundo, los bailes folclóricos se usan para adorar a los dioses de la fertilidad, a los espíritus de los muertos, o para una pacificación a Buda, o algún otro dios.

En Mateo 14, la historia de Salomé – la hija de Herodías - que bailó ante Herodes, añade otra dimensión a la degradación del baile. La historia implica que la actuación de Salomé fue de naturaleza muy sexual. Viéndose acosado sexualmente, Herodes locamente prometió a Salomé cualquier cosa que pidiera. Debido a que Herodes permitía que esas emociones lo controlaran, Juan el Bautista perdió la cabeza – literalmente.

Antes de que los israelitas cruzaran el río Jordán, muchos de los hombres se dejaron seducir por las mujeres moabitas (Mira Números 25). Como parte de su involucramiento, los hombres participaron de actos desenfrenados que incluían el baile. El baile promovió la excitación sexual inapropiada. La Biblia dice: “Y el furor de Jehová se encendió contra Israel” (Núm. 25:3). Dios dio instrucciones a Moisés para que aquellos que habían participado en esos eventos murieran. Cuando todo terminó, veinticuatro mil israelitas murieron. ¿Los mató Dios porque bailaron? No; fue por el tipo de conducta inapropiada que los llevó a acciones repugnantes e inaceptables delante de Dios.

Como podemos ver en estas historias, hay algunos tipos de bailes que siempre son inaceptables:
1. Los bailes que adoran, en cualquiera de sus formas, a cualquier otro dios fuera del Dios del universo.
2. El baile que busca excitar sexualmente a los participantes.
3. El baile en el que no podemos invitar a Dios a participar y observar con nosotros.

El baile secular, aparte de ser sugestivo, por lo general, se realiza en un ambiente que es poco deseable. Las pistas de baile están ubicadas en salones aglomerados, llenos del humo de cigarrillos y donde se usa alcohol y otras drogas. Inclusive los que no fuman están expuestos a las peligrosas concentraciones del humo de segunda mano. Los parlantes están con tanto volumen que se puede sentir las vibraciones dentro del cuerpo. Con frecuencia los bailarines experimentan por días tinnitus, un sonido en los oídos causado por los ruidos fuertes, después de una noche de baile. Del mismo modo, la letra de la música secular que se elige para bailar es objetable para el cristiano.

Considerando esto, ¿puedes decir con honestidad que tu participación en el baile secular demostraría a otros el carácter de un cristiano? ¿O estarías comprometiendo tu testimonio? Ya que es a eso a lo que lleva, ese es el fondo. En toda decisión que hacemos estamos decidiendo estar de parte de Dios, o en su contra. Asegúrate de saber a quien eliges. Eso lo que hace la gran diferencia del mundo.

Preguntas de Discusión:
1. ¿Qué harías si te invitaran a una fiesta con algunos amigos cristianos y comienzan a tocar música mundana y a bailar? ¿Qué dirías si te dijeran que te les unieras?
2. ¿Por qué en la Biblia fue aceptable el baile de David, pero no lo es para nosotros hoy? ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué es lo que hace que el baile sea aceptable o no? ¿Es el baile hoy siempre apropiado?
3. ¿Cómo responderías a un amigo que te pregunta el por qué los Adventistas no bailan?
4. ¿Qué es lo malo del baile secular? ¿Por qué Dios no lo aprueba? ¿Puedes apoyar tu respuesta con textos bíblicos? Si es así, ¿con cuáles?

Referencias:
1. Strong, James, Strong´s Exhaustive Concordance of the Bible, Nashville TN: Crusade Bible Publishers, Inc. p. (Concordancia principal) 232 (Diccionario Hebreo y Caldeo) 64, (Diccionario Hebreo y Caledo) 37.
2. Blanco, Jack, The Clear Word, Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Assoc., 1994, p. 382.

¿En qué lista está tu nombre?

Un amigo mío visitó recientemente una exhibición que realmente me gustaría ver: la del Titanic. Mi amigo me contó que se re-creó la gran escalinata centra, se simuló uno de los camarotes del barco y se exhiben artefactos que han sido rescatados de la tumba acuática del Titanic. Cuando entras a la exhibición se te entrega un boleto con el nombre de uno de los pasajeros o tripulantes del barco. Al final del recorrido hay una pared con dos listas con nombres: una lista larga y una lista corta. Al lado de cada nombre está escrita una de cuatro designaciones: primera clase, segunda clase, tercera clase y tripulación. Pero no importa en clase estés, tu nombre finalmente aparece en una de las dos listas tituladas: "Salvados" y "Perdidos".

Trágicamente la lista corta es la que está bajo el título de "Salvados", la lista larga es la de los "Perdidos"

Al leer la Biblia te das cuenta que toda la humanidad está dividida en esas dos listas. No hay una tercera: estás en una u otra.

Hay un versículo que nos ayuda a saber en qué lista estamos. Y tal vez nos sorprenda saber que somos nosotros, y no Dios, los que determinamos esto. Juan 3:36 dice "El que cree en en Hijo (es decir, en Cristo Jesús) tiene vida eterna, mas el que es incrédulo al Hijo no verá la vida sino que la ira de Dios está sobre él." Salvados. Perdidos.

Tenemos la tendencia de dividir a las personas según su clase social, raza o religión, pero Dios sólo ve dos clases de personas: Salvados o Perdidos.

Y hoy puede ser el día en que te pases de una lista a otra. Lo que nos sentencia a estar en la lista de "perdidos" para siempre, es no creer en Jesús. Y no hace falta que lo rechacemos abiertamente, podemos sólo dejarlo de lado. Y "creer" no quiere decir simplemente estar de acuerdo con Jesús, significa aferrarse a El y permitir que El te suba al bote salvavidas, significa sostenerte de El como tu única esperanza, porque lo es.

En el momento en que abras tu corazón a Jesús, habrás, literalmente como lo dice la Biblia, pasado "de muerte a vida". (Juan 5:24).

Dios mismo habrá pasado tu nombre de la lista de "Perdidos" a la lista de "Salvados".

John 3:36
Por Ron Hutchcraft

EL AGUILA Y LA TORMENTA

¿Sabías que un águila sabe cuándo una tormenta se acerca mucho antes de que empiece?

El águila volará a un sitio alto para esperar los vientos que vendrán. Cuando pega la tormenta, coloca sus alas para que el viento las agarre y le lleve por encima de la tormenta. Mientras que la tormenta esté destrozando abajo, el águila vuela por encima de ella.

El águila no se escapa de la tormenta. Simplemente usa la tormenta para levantarse más alto. Se levanta por los vientos que trae la tormenta. Cuando las tormentas de vida nos vienen - Y todos nosotros vamos a pasar por ello - Podemos levantarnos por encima poniendo nuestras mentes y nuestra fe hacia Dios.

Las tormentas no tienen que pasar sobre nosotros. Podemos dejar que el poder de Dios nos levante por encima de ellas. Dios nos permite ir con el viento de la tormenta que trae enfermedad, tragedia, y demás cosas en nuestras vidas. Podemos volar sobre la tormenta.

Recuerda, no son los pesos de la vida que nos lleva hacia abajo, sino el cómo los manejamos.

La Biblia dice, Isaías 40:31 - "pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán."

¿CUANTO VALES?

Alfredo, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Marisa en un restaurante a tomar un café. Deprimido descargó en ella sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación... todo parecía estar mal en su vida.

Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 100 dólares y le dijo: -"Alfredo, quieres este billete?"

Alfredo, un poco confundido al principio, le dijo: -"Claro Marisa... son 100 dólares, ¿quién no los querría? Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo.

Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle: -"Y ahora igual lo quieres?"

-"Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 100 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas."

Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado. -"Lo sigues queriendo?"

- "Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 100 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor..."

- "Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido... lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado".

Alfredo se quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice gregó: - "Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal

...¡pero me debes un billete nuevo de 100 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite! "Le dio un beso en la mejilla a alfredo -quien aún no había pronunciado palabra- y levantándose de su silla se alejó rumbo a la puerta.

Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al mesero para pagar la cuenta.

CAÍDO PERO NO DERROTADO

Paul Wilye, deportista y creyente, estaba patinando en las Olimpíadas de Invierno de Calgary en 1988. Estaba nervioso cuando empezó a patinar antes 20.000 personas y un auditorio de televisión de millones.

Luego, en su primer salto, algo salió mal. Wilye escribe: "Un instante después, mi mano tocó el hielo; la cuchilla no me aguanta. Empiezo a resbalar y me doy cuenta de que me estoy cayendo. Todo lo que escucho mientras caigo al hielo es un quejido empático de lo que parece ser un millón de voces".

Wilye tenía que tomar una decisión en una fracción de segundos: podría centrarse en el error y darse por vencido, o podía seguir patinando y dar lo mejor de sí. Justo entonces le vino este versículo a la mente: "Cuando el hombre cayere, no quedará postrado..." (Sal 37:24).

Continuó su rutina y decidió patinar "de corazón, como para el Señor" (Col 3:23). Al final del programa, la multitud irrumpió en un entusiasta aplauso por su coraje y determinación.
Como seguidores de Cristo puede que recibamos alguna vez un golpe fuerte que nos tumbe. Podría ser la muerte de un ser querido, la pérdida de un empleo, o tal vez el descubrir una traición. Tal vez estemos desanimados por haber caído en pecado. Una cosa es caer; otra muy distinta es darse por vencido. Si nos levantamos de nuevo, reafirmamos nuestra fe en Cristo, y seguimos sirviéndole; así no "quedaremos postrados".

El éxito consiste en levantarnos sólo una vez más de las veces que hemos caído.

Si alguna vez hemos sentido que nuestras fuezas se agotan, que no podemos seguir adelante y que nos estamos cayendo, recordemos esta palabra de la Inspiración: "Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano" (Sal 37:24). "Siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse" (Prov 24:16). Si nos mantenemos firmes en Él, no hay viento ni tempestad que nos pueda tumbar.

AGUANTA UN POCO MÁS...

Se cuenta que alguna una vez, en Inglaterra, existía una pareja que
gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de
sus tiendas favoritas era una en donde vendían vajillas antiguas.

En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tasita. ¿Me permite
ver esa taza? pregunto la Señora, "nunca he visto nada tan fino como
eso!" En cuanto tuvo en sus manos la taza, escucho que la tasita comenzó
a hablar.

La tasita le comento:
"Usted no entiende! Yo no siempre he sido esta taza que usted esta
sosteniendo! Hace mucho tiempo yo solo era un montón de barro amorfo.
Mi creador me tomo entre sus manos y me golpeo y me amoldo
cariñosamente.

Llego un momento en que me desespere y le grite: "Por favor!! Ya
déjame en Paz!" Pero mi amo solo me sonrío y me dijo: "aguanta un poco
mas, todavía no es tiempo."

Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor! Me
pregunte porque mi amo querría quemarme, así que toque la puerta del
horno.

A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi amo que
decían "aguanta un poco mas, todavía no es tiempo." Finalmente se
abrió la puerta. Mi amo me tomo y me puso en una repisa para que me
enfriara.

"Así esta mucho mejor!" me dije a mi misma. pero apenas y me había
refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintándome. El
olor de la pintura era horrible! Sentía que me ahogaría! "Por favor
detente!" le gritaba yo a mi amo; pero el solo movía la cabeza haciendo
un gesto negativo y decía "aguanta un poco mas, todavía no es tiempo."

Al fin mi amo dejo de pintarme; pero esta vez me tomo y me metió
nuevamente a otro horno! No era un horno como el primero; sino que era
mucho mas caliente! Ahora si estaba segura que me sofocaría! Le rogué
y le implore a mi amo que me sacara! Grite, llore; pero mi creador solo
me miraba diciendo "aguanta un poco mas, todavía no es tiempo." En ese
momento me di cuenta que no había esperanza! Nunca lograría sobrevivir a
ese horno! Justo cuando estaba a punto de darme por vencido se abrió la
puerta y mi amo me tomo cariñosamente y me puso en una repisa que era
aun mas alta que la primera. Allí me dejo un momento para que me
refrescara.

Después de una hora de haber salido del segundo horno, mi amo me dio un
espejo y me dijo: "Mírate! Esta eres tu!" Yo no podía creerlo! Esa no
podía ser yo! Lo que veía era hermoso! Mi amo nuevamente me dijo: "Yo
se que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos; pero si te
hubiera dejado como estabas, te hubieras secado. Se que te causo mucho
calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí,
seguramente te hubieras estrellado. También se que los gases de la
pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado tu
vida no tendría color. Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo
horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría
sido la suficiente para que subsistieras. Ahora tú eres un producto
terminado!

Eres lo que yo tenia en mente cuando te comencé a formar!"

Moraleja: 1 Corintios 10:13 Dios nunca permitirá que seas tentado, ni te va a obligar a que vivas algo que no puedas soportar. Dios sabe lo que esta haciendo con cada uno de nosotros. Él es el artesano y nosotros somos el barro con el cual él
trabaja. Él nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una
pieza perfecta y podamos cumplir con su voluntad...

miércoles, 26 de agosto de 2009

SEIS MANERAS DE AYUDAR A LOS ADOLESCENTES A TENER EXITO

La revista Better Homes and Gardens solicitó a 47 adolescentes y jóvenes en Atlanta, San Diego y Kansas City, Missouri, a decir qué hicieron sus padres para ayudarlos a tener confianza a fin de realizar elecciones sensatas para su futuro. A continuación encontramos lo que ellos respondieron:

1. “Vengan a asistir a mi juego”. La presencia física habla mucho más alto que las palabras, dice Michael Riera, autor de Uncomon Sense for Parents With Teenagers (Sentido no común para Padres de Adolescentes). “Eso dice instantáneamente a su hijo que él es más importante que su trabajo”, dice Riera. Si el tiempo es un premio, pida a su hijo las fechas de los eventos e intente asistir a la mitad de los juegos.
Bonos: Cuando usted va a los eventos con su hijo, ustedes tienen algo en común sobre qué conversar.

2. “Denme responsabilidad”. Usted puede edificar la confianza y el respeto en sus hijos cuando les confirió las responsabilidades adecuadas a su edad. Por ejemplo, intente hacer que ellos sean responsables por la hora de ir a dormir o por cuidar de sus propias ropas. Una vez que ellos tengan la responsabilidad, dirán que no desean desilusionar a los padres. Meredith, de Atlanta, dice que lo peor que sus padres podrían decirle es “estoy desilusionado/a contigo”.

3. “Haga de la fe una prioridad en su vida”. Cuando se les preguntó sobre cuál era la mayor influencia en la vida de ellos, dijeron que la religión apareció en segundo lugar, debajo sólo de los padres. Michael O’Donnell, presidente de la International Family Life Insti-tute descubrió que las familias que siempre asisten a la iglesia tienen hijos con un nivel más elevado de bienestar emocional que las familias que no frecuentan la iglesia.
Bonos: Una base espiritual sólida ayuda a los adolescentes a enfrentar la presión del grupo.

4. “No me sobreprotejan”. Los adolescentes exitosos dijeron que sus padres no los protegían de cada tentación en el mundo – y ellos estaban felices por eso. “El principal motivo por el cual no bebo ni fumo es que nadie me prohibió hacer eso”, dijo Jennifer, una joven de San Diego.
Bonos: Los padres y los hijos aprenden a confiar el uno en el otro.

5. “Ayúdenme a establecer blancos”. Los adolescentes dijeron que los padres que los ayudaron a establecer y alcanzar blancos desde temprano les dieron una dirección.
Bonos: El establecimiento de blancos da a los adolescentes esperanza en el futuro.

6. “Oiganme”. Los adolescentes desean que nos concentremos en ellos – que nos centremos en lo que tienen que decir y no en lo que hacen. Riera dice que el mejor momento para conversar con sus adolescentes es en el auto o tarde en la noche; los adolescentes hablan más cuando están cansados y sus defensas están bajas.
Bonos: El oír puede hacer más fácil la tarea de los padres – no hay cómo imponer reglas si no hay una relación.

Extraído de la Revista GROUP.

LA TERMINACIÓN DE LA MISIÓN Y LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO

“Estoy contenta de que debamos trabajar fervientemente. Los ministros no son los únicos que deben brillar. Deben levantar obreros en todas las iglesias, y en la medida en que los que reciban la verdad, se mantengan humildes y contritos, serán los instrumentos que Dios usará para bendecir a sus prójimos mediante todo lo que puedan hacer con su supuesta humilde capacidad.
No es por medio de los más eruditos, de los más elocuentes miembros de la familia humana como se revelará el Señor. "Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo. Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados" (Isa. 57: 15). "Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra" (Isa. 66: 2). (Alza tus ojos, 353)

“Cristo eligió lo insensato del mundo, a los que éste consideraba indoctos e ignorantes, para confundir a los sabios. Los discípulos no conocían las tradiciones de los rabinos, pero con el ejemplo de Cristo, su Maestro, obtuvieron una educación de primer orden, porque tenían ante sí un Ejemplo divino. Cristo les fue presentando las verdades más elevadas.
A los que Dios emplea en su servicio, los prepara a su manera con el fin de que lo sirvan. Los que predican a Cristo deben aprender de él diariamente, para comprender el misterio de salvar y servir a las almas por las cuales él murió. . . Deben seguir su ejemplo en todo, para compartir con otros su tierna compasión, y su decidida oposición a toda obra mala” (Cada día con Dios, 42)

“Es maravilloso que los seres humanos puedan comunicar la Palabra de Dios con palabras sencillas de consuelo y ánimo. El Señor empleará los instrumentos más humildes para sembrar la semilla de la verdad, para que broten y den fruto, porque aquellos en cuyo corazón fueron sembradas necesitan ayuda. Un pensamiento bondadoso, una palabra amable, resultan eficaces gracias al que dijo: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo"...
“Hay que recibir la comisión de Cristo y ponerla en práctica. Debemos salir con fe, orando fervientemente para tener la presencia del que dijo: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mat. 28: 30). Con la promesa de tal compañía somos culpables de gran incredulidad y mucha desobediencia si no queremos llevar la cruz de la abnegación y el sacrificio... Al comunicar la luz que ha penetrado en nuestras almas, el Espíritu Santo nos da más luz todavía, y nuestros corazones se llenan con la preciosa alegría del Señor. . .
Tenemos que presentar a la gente un Salvador crucificado y resucitado. Todos los que han acudido a Jesús para obtener perdón, han descubierto que estaba listo para tomar sus pecados y para imputarles su justicia. Los que han acudido a Cristo y se han convertido verdaderamente, anhelarán salvar las almas que están sin el Señor. Quien ama a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo, no se puede conformar sin hacer nada.
Dios usará hombres humildes para que sean sus instrumentos. Aunque tengan un solo talento, si lo ponen a trabajar, producirá ganancia. La gran falla de la iglesia es que la obra de salvar almas es tan limitada, que se avanza rumbo al reino con mucha lentitud. Una iglesia apóstata es consecuencia directa de una iglesia egoísta, que no usa sus talentos en la obra de colaborar con Jesús para restaurar la imagen moral de Dios en el hombre. Tenemos que servir a toda criatura. Se nos confiere la responsabilidad de trabajar por todos, por nuestros amigos, por nuestros conocidos, por todos aquellos que están ligados al mundo y alejados de Dios. Los aparentemente amables y simpáticos deben estar abarcados por nuestras labores. La verdad es tanto para ellos como para nosotros, y debemos decirles: "Vengan" (íd, p. 330 – 331)

“El plan de Dios es valerse de instrumentos humildes para la realización de grandes fines. La gloria no se tributa entonces a los hombres, sino a Aquel que obra por medio de ellos el querer y el hacer según su buena voluntad.” (CS 183)

“Así también será proclamado el mensaje del tercer ángel. Cuando llegue el tiempo de hacerlo con el mayor poder, el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espíritu de los que se consagren a su servicio. Los obreros serán calificados más bien por la unción de su Espíritu que por la educación en institutos de enseñanza. Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impelidos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les inspire.” (íd., p. 665)

De una manera contraria a los planes humanos.-
“A menos que aquellos que pueden ayudar en ____ sean despertados a un sentido de su deber, no reconocerán la obra de Dios cuando se oiga el fuerte clamor del tercer ángel. Cuando brille la luz para iluminar la tierra, en lugar de acudir en ayuda del Señor, ellos querrán detener su obra para que se conforme a sus propias ideas estrechas. El Señor actuará en esta obra final mucho más fuera del orden común de las cosas, y de una manera que será contraria a todos los planes humanos. Habrá entre nosotros personas que siempre querrán controlar la obra de Dios, y dictar hasta los movimientos que deban hacerse cuando la obra progrese bajo la dirección del ángel que se une al tercer mensaje que ha de ser dado al mundo. Dios utilizará formas y medios por los cuales se verá que él está tomando las riendas en sus propias manos. Los obreros se sorprenderán por los medios sencillos que él utilizará para realizar y perfeccionar su obra de justicia. Los que son considerados buenos obreros necesitarán acercarse a Dios, necesitarán el toque divino. Necesitarán beber más profunda y continuamente en la fuente de agua viva, para poder discernir la obra de Dios en todo punto. Los obreros cometerán errores, pero vosotros debéis darles una oportunidad de corregir sus errores, y aprender a ser cautos, dejando la obra en sus manos.” (Testimonios para los Ministros, págs. 304, 305. Año 1885).

Dios empleará medios que nos sorprenderán
“Permítame decirle que el Señor actuará en esa etapa final de la obra en una forma muy diferente de la acostumbrada, contraria a todos los planes humanos. Habrá entre nosotros personas que siempre querrán controlar la obra de Dios y dictar hasta los movimientos que deberán hacerse cuando la obra avance bajo la dirección de ese ángel que se une al tercero para dar el mensaje que ha de ser comunicado al mundo. Dios empleará formas y medios que nos permitirán ver que él está tomando las riendas en sus propias manos. Los obreros se sorprenderán por los medios sencillos que utilizará para realizar y perfeccionar su obra en justicia.-TM 300 (1885).

El Consolador se revelará no en una forma especifica, precisa, que el hombre pueda delinear, sino en el orden de Dios: en tiempos y formas inesperados que honrarán su nombre.
El suscitará hombres y mujeres entre la gente corriente para hacer su obra, así como en la antigüedad llamó a pescadores para que fuesen sus discípulos. Pronto habrá un despertar que sorprenderá a muchos. Aquellos que no comprenden la necesidad de lo que debe hacerse, serán pasados por alto, y los mensajeros celestiales trabajarán con aquellos que son llamados gente común, capacitándolos para llevar la verdad a muchos lugares.-EUD, 209 – 210

Niños proclaman el mensaje
Muchos, aun entre los indoctos, ahora proclaman la palabras del Señor. Los niños son impulsados por el Espíritu para ir y declarar el mensaje del cielo. El Espíritu se derrama sobre todos los que cedan a sus indicaciones, y arrojando de lado toda maquinaria humana, su reglas limitativas y métodos cautelosos, declararán la verdad con el poder del Espíritu.-Ev 508 (1895). (EUD, 210)

Dios usa aun a los iletrados
Aquellos que reciben a Cristo como Salvador personal resistirán las pruebas de estos últimos días. Fortalecido por una fe incondicional en Cristo, aun el discípulo iletrado podrá resistir las dudas y las preguntas que los infieles puedan producir, y reducirá a la vergüenza los sofismas de los burladores.
El Señor Jesús dará a los discípulos una lengua y una sabiduría que sus adversarios no podrán contradecir ni resistir. Aquellos que por razonamiento no podrían vencer los engaños satánicos, darán un testimonio positivo que confundirá a hombres supuestamente doctos. (EUD, 209)

Muchos adventistas rechazan obstinadamente la luz
En las iglesias [adventistas del séptimo día] habrá una manifestación maravillosa del poder de Dios, pero no obrará en favor de aquellos que no se han humillado ante el Señor ni abierto la puerta del corazón mediante la confesión y el arrepentimiento. En la manifestación de ese poder que ilumina la tierra con la gloria de Dios, sólo verán algo que en su ceguera considerarán peligroso, algo que despertará sus temores, y se afirmarán para resistirlo. Debido a que el Señor no actúa de acuerdo con sus ideas y expectativas, se opondrán a la obra. "¿Por qué -dicen- no debiéramos nosotros conocer al Espíritu de Dios, cuando hemos estado en la obra por tantos años?"-RH Extra, Diciembre 23, 1890.
El mensaje del tercer ángel no será comprendido por aquellos que se niegan a caminar en su gloria creciente, y los tales llamarán una luz falsa a la luz que iluminará la tierra con su gloria.-RH Mayo 27, 1890.(EUD, 213)

Lo que la organización no debe hacer
“Creemos plenamente en la organización de la iglesia; pero ésta no tiene por fin prescribir la manera exacta en la cual debemos trabajar; porque no todas las mentes han de ser alcanzadas por los mismos métodos. No debe permitirse cosa alguna que separe al siervo de Dios de sus semejantes. El creyente individual ha de trabajar para el pecador individual. Cada persona debe mantener ardiendo su propia luz; y si el aceite celestial corriere a estas lámparas por los conductos de oro; si los vasos fueren vaciados del yo, y preparados para recibir el aceite santo, se derramará luz sobre la senda del pecador con algún propósito. Más luz caerá sobre la senda del extraviado de parte de una lámpara tal, que de toda una procesión de antorchas enarboladas para la ostentación. La consagración personal y la santificación para Dios traen más resultados que el más imponente despliegue.” 2JT 403

Ningún mensaje auténtico establece una fecha
“Ninguna persona que fije una fecha para la venida de Cristo tiene un mensaje verdadero. Podéis tener la seguridad de que Dios no da a nadie autoridad para decir que Cristo demora su venida cinco, diez o veinte años. "Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis" (Mat. 24: 44). Este es nuestro mensaje, el mismo mensaje que están proclamando los tres ángeles que volaban por en medio del cielo. La obra que debe realizarse ahora consiste en proclamar el mensaje final de misericordia a un mundo caído. Una nueva vida está viniendo del cielo y posesionándose de todo el pueblo de Dios. Pero en la iglesia ocurrirán divisiones. Se formarán dos grupos. El trigo y la cizaña crecerán juntos hasta el momento de la cosecha.
La obra se intensificará y se tornará más activa hasta el mismo fin del tiempo. Y todos los que trabajan junto con Dios contenderán fervorosamente por la fe que una vez fue dada a los santos. No se apartarán del mensaje para este tiempo, que ya está iluminando la tierra con su gloria. Fuera de la gloria de Dios, no vale la pena luchar por ninguna otra cosa. La única roca que permanecerá es la Roca de la Eternidad. La verdad enseñada por Jesús constituye el único refugio en estos días cuando predomina el error... (2MS 130).

El Fuerte Clamor final
“La gran obra de evangelización no terminará con menor manifestación del poder divino que la que señaló el principio de ella. Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión de la lluvia temprana, al principio del ministerio evangélico, deben volverse a cumplir en tiempo de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio. Esos son los "tiempos de refrigerio" en que pensaba el apóstol Pedro cuando dijo: "Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, y enviará a Jesucristo." (Hechos 3: 19, 20.)
Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra. Se realizarán milagros, los enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás también efectuará sus falsos milagros, al punto de hacer caer fuego del cielo a la vista de los hombres. (Apocalipsis 13:13.) Es así como los habitantes de la tierra tendrán que decidirse en pro o en contra de la verdad.
El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron presentados. Sembrada está la semilla, y brotará y dará frutos. Las publicaciones distribuídas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo espíritu fue impresionado han sido impedidos de entender la verdad por completo o de obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad aparecerá en toda su claridad, y los sinceros hijos de Dios romperán las ligaduras que los tenían sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de la iglesia serán impotentes para detenerlos. La verdad les será más preciosa que cualquier otra cosa. A pesar de los poderes coligados contra la verdad, un sinnúmero de personas se alistará en las filas del Señor.” (CS 671)

Reyes, legisladores, concilios, oyen el mensaje
Ahora no nos parece posible que alguno de nosotros tendrá que comparecer solo [ante las autoridades], pero si alguna vez Dios ha hablado por mi intermedio, llegará el tiempo cuando seremos llevados ante concilios y ante miles de personas por causa de su nombre, y cada uno tendrá que dar razón de su fe. Luego vendrá la crítica más severa sobre cada posición que se ha tomado en favor de la verdad. Necesitamos, entonces, estudiar la Palabra de Dios, para que podamos conocer por qué creemos las doctrinas que defendemos.-RH Diciembre 18, 1888. 213
Muchos tendrán que comparecer ante cortes legislativas; algunos tendrán que comparecer ante reyes y ante los sabios de la tierra para responder por su fe. Aquellos que tienen sólo una comprensión superficial de la verdad, no serán capaces de exponer claramente las Escrituras y dar razones definidas de su fe. Se confundirán y no serán obreros que no tengan de qué avergonzarse. Que nadie se imagine que no tiene necesidad de estudiar porque no debe predicar en el púlpito sagrado. No sabéis qué puede Dios requerir de vosotros.-FE 217 (1893). (EUD, 212 – 213)

Ideas para hacer Actividad Misionera y cumplir con la Misión

1. Visite pacientes de asilos y hospitales locales.
2. Coloque en lugares públicas pequeñas cajas con literatura gratuita (terminales de ómnibus, estaciones de tren, salas de espera, bancos, etc.).
3. Confeccione o adquiera expositores / buzones con cupones de los cursos ofrecidos por la iglesia y colóquelos en lugares públicos o negocios.
4. Comience una nueva iglesia con un “Plan Pionero” en un barrio o localidad donde no haya presencia adventista.
5. Organice “hogares iglesias” o “casas de oración” en el área donde usted vive.
6. Visite a jóvenes y matrimonios bautizados que no frecuentan la iglesia.
7. Realice campañas de evangelismo “La Voz de la Juventud” con los jóvenes.
8. Sea gentil con sus vecinos. Social y hospitalario. Su testimonio inspirará y podrá compartirlo.
9. Realice en las iglesias cursos de música, nutrición, costura, tejidos, etc.
10. Organice y mantenga en funcionamiento constante una Escuela de Recuperación de Alcohólicos.
11. Realice “Seminarios de Revelaciones del Apocalipsis” o Seminarios sobre Profecías en salones y casas.
12. Realice programas de educación contra el tabaco, alcohol y drogas.
13. Estudie la Biblia con parientes, amigos, compañeros de trabajo y vecinos.
14. Tenga pequeños cultos en hospitales, orfanatos, asilos, cárceles, calabozos de Comisarías Policiales, etc. (Esos cultos pueden hacerse los domingos).
15. Visite personas ancianas y personas solas.
16. Organice grupos de amistad dentro de la iglesia.
17. Envíe tarjetas de “Feliz Año Nuevo” a las autoridades del lugar, a personas célebres y a los miembros que no están asistiendo a la iglesia.
18. Distribuya libritos conteniendo nuestro mensaje ; en préstamo, donación o venta.
19. Lleve literatura a los extranjeros en su idioma.
20. Trate que la iglesia se presente en desfiles, ferias, exposiciones, etc.
21. Coloque anuncios de los cultos de la iglesia en los periódicos locales.
22. Publique en el diario o semanario local cupones de inscripción a los cursos por correspondencia que la iglesia ofrece.
23. Venda o regale lecciones de la Escuela Sabática a sus amigos y al público en general para que estudien la Biblia.
24. Realice campamentos con participación abierta hacia la comunidad.
25. Tenga grupos de asistencia social para atender a personas ancianas, emergencias y siniestros.
26. Asigne fondos de la iglesia para la compra de literatura a ser distribuida gratuitamente.
27. Organice en la iglesia actividades apropiadas para niños, adolescentes y jóvenes.
28. Organice grupos de distribución de literatura y folletos a todos los habitantes de su comunidad a través de asignación de territorio, u otro método adecuado.
29. Prepare almuerzos comunitarios en el patio de la iglesia algún domingo o feriado e invite a los vecinos.
30. Anuncie nuestra literatura en los diarios o semanarios locales y la forma de adquirir las mismas.
31. Coloque anuncios publicitarios en los cines de la ciudad ofreciendo gratuitamente material de apoyo para dejar de fumar, drogadicción y alcoholismo. También puede ofrecerse apoyo espiritual. (Estudio de la Biblia).
32. Tenga más programas de entrenamiento misionero en la iglesia. (Arte de dar estudios bíblicos y tomar decisiones)
33. Reactive y fortalezca las reuniones de los jóvenes los sábados por la tarde. (Culto Joven)
34. Telefonee a sus amigos al inicio de nuestros programas de radio y TV para que vean y escuchen un buen programa.
35. Tenga siempre folletos y revistas detrás de la puerta para entregar a toda persona que venga a su casa.
36. Realice Escuelas Sabáticas Filiales y grupos de Estudios de la Biblia.
37. Imagine y produzca alguna programación adecuada para los niños que andan por la calle.
38. Invite a miembros de otras iglesias para ayudar en los servicios comunitarios.
39. Tenga un boletín con noticias de lo que su iglesia está haciendo para distribuir periódicamente a los vecinos de los alrededores de la iglesia.
40. Utilice los salones anexos de la iglesia para clases de salud.
41. Haga funcionar las Clases de Escuela Sabática como Unidades Evangelizadoras.
42. Enseñe a los miembros a dar testimonio de su experiencia por Cristo. Lo que eran antes de conocer a Jesús ; cómo conocieron, y cómo es su vida después de conocerlo.
43. Haga equipos de limpieza en la ciudad con los jóvenes de su iglesia. (Limpieza plaza, paredes pintadas etc.)
44. Tenga siempre en la puerta de la iglesia un simpático recepcionista, con tacto y simpatía para recibir a las personas.
45. Tenga un albergue o jardín maternal ; para cuidar niños cuyos padres no tienen donde dejarlos mientras están trabajando.
46. Actualice los letreros, jardines y la apariencia general de la iglesia.
47. Planee dos meses antes de comenzar una semana de oración la forma de que haya bastante concurrencia de la iglesia en estas reuniones, lo puede hacer a través de afiches, volantes, anuncios de boletín, etc.
48. Escriba una carta de consuelo y esperanza a las personas enlutadas que aparecen en las páginas necrológicas de los periódicos e invítelas al consuelo de las reuniones de la iglesia.
49. Coloque letreros “Estudie la Biblia” en todos los puntos posibles de su ciudad.
50. Realice un almuerzo de Navidad para los vecinos y huérfanos de su área.
51. Confíe más en los jóvenes de la iglesia y solicite su colaboración.
52. Coloque carteles con los temas y lugares de predicación en todos los puntos posibles de la ciudad.
53. Tenga un coro en la iglesia.
54. Apoye a la escuela primaria de la iglesia de su distrito o zona de influencia. Busque llegar a los padres de esos niños.
55. Reúna a los miembros de la iglesia y junto con ellos establezca objetivos definidos para ser alcanzados durante un determinado período.
56. Tenga un grupo de correspondencia misionera.
57. Haga una campaña de recolección de libros, Biblias, revistas e himnarios, para enviarlos al campo misionero o a los necesitados locales.
58. Ingrese a los clubes como Rotary, Leones, organizaciones culturales, para influenciar desde allí.
59. Lleve siempre en su vehículo publicaciones o folletos de contacto para distribuirlos cada vez que sea posible.
60. Tenga un bolso consagrado a la literatura para distribuir a toda persona que encuentre.
61. Tenga a su cargo un centro de “Semana Santa”.
62. Separe algunas horas por semana para hacer actividad misionera.
63. Organice excursiones con los jóvenes a lugares adonde no hay adventistas y llenen el lugar con folletos y cursos por correspondencia.
64. Realice reuniones de oración los miércoles por la tarde con personas ancianas o jubiladas.
65. Coloque carteles indicando la dirección de nuestra iglesia en las calles de la ciudad.
66. Coloque anuncios por radio y por TV de nuestros cultos y cursos por correspondencia.
67. Etc.

martes, 25 de agosto de 2009

LA PREVARICACIÓN ASOLADORA

SUSTITUCIÓN DE LA VERDAD POR EL ENGAÑO

- El Espíritu Santo, único vicario de Cristo; por el Papa como vicario de Cristo.
- Cristo, único mediador; por el Papa, María y los santos como mediadores.
- El Santuario celestial; por el santuario terrenal (el Vaticano).
- Cristo, único Sacerdote; por mucho sacerdotes.
- Cristo, único Rey y Sumo Sacerdote; por el Papa, Rey y Sumo Pontífice.
- Cristo en el Santuario del Cielo; por el Papa en el santuario de Roma.
- Salvación por fe en Cristo; por, salvación por fe en la Iglesia.
- Sin Cristo no hay salvación; por, sin la iglesia no hay salvación.
- La Biblia, única fuente de autoridad; por el Catecismo y la Tradición como autoridad.
- El Espíritu Santo, único intérprete de la Biblia; por el Clero, como único intérprete de la Biblia.
- Persuasión por medio del Espíritu Santo; por la coerción por medio de la unión de la Iglesia con el Estado.
- El Sacrificio del Calvario; por el sacrificio de la Misa.
- Cristo muerto y resucitado; por el Cristo muerto del crucifijo.
- Cristo, piedra angular de la Iglesia; por Pedro y sucesores como cimientos de la iglesia.
- El arrepentimiento; por la penitencia.
- Confesión directa; por confesión auricular (confesionario).
- El Perdón de Dios; por el perdón sacerdotal.
- Todo pecado es mortal; por pecados mortales y veniales.
- Alma mortal; por el alma inmortal.
- La muerte como un descanso; por la continuidad en el purgatorio (misas para liberar el alma), el infierno o el
paraíso.
- La Salvación por la fe en Cristo; por la fe en las obras meritorias.
- El Bautismo por inmersión; por el bautismo por aspersión.
- El Bautismo a creyentes conscientes e instruidos; por el bautismo de infantes.
- La Santificación por medio de la obra del Espíritu Santo; por la santificación a través de los sacramentos.
- La Oración espontánea; por la Oración rezada.
- La Ley de Dios; por la Ley de la Iglesia.
- El Reposo en Sábado, séptimo día; por el reposo en Domingo, primer día.
- Únicamente los méritos de Cristo; por méritos de los santos.
- La Unidad espiritual e interna de la Iglesia; por la unidad formal y externa.
- Dios, Creador de los cielos, la tierra y todos sus habitantes en la semana de la Creación Bíblica; por un Dios
inmerso en un proceso de evolución de las especies en millones de años.
- El poder del amor; por el amor al poder.

“... Se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto... se sienta en el templo de Dios, como Dios, haciéndose pasar por Dios.”

EL REMANENTE EN EL PENSAMIENTO ADVENTISTA CONTEMPORÁNEO

1. INTRODUCCIÓN

El concepto del remanente es muy apreciado por los Adventistas y ha jugado un rol significativo en el desarrollo de nuestra auto comprensión, nuestra misión y nuestro mensaje. Hay un sentimiento inconsciente entre nosotros que si perdemos la idea del remanente perderemos como iglesia el propósito y la razón de nuestra existencia. La convicción de que hay una particular razón divina para nuestra presencia en el mundo es una parte intrínseca de la historia adventista y su herencia religiosa. Consecuentemente, es una gran preocupación para algunos observar la tendencia a disminuir el énfasis o ignorar el concepto de remanente.

Es importante tener en mente que el asunto fundamental en el concepto del remanente es uno que ha estado expuesto a la confrontación de la vida y la muerte y en la posibilidad de extinción total. Confrontado por una amenaza natural o militar es que aparece la idea de supervivencia. ¿Será que alguien será dejado vivo luego del desastre o todos perecerán? En la Biblia este concepto es empleado teológicamente como un elemento indispensable en la historia de la salvación. En el conflicto entre Dios y las fuerzas del mal el enemigo nunca podrá exterminar el pueblo de Dios porque Dios siempre preserva un remanente de manera de continuar con su intención divina.

En lo que sigue vamos a ver rápidamente a la razones por las cuales prevalece cierta inconformidad entre algunos Adventistas como consecuencia del concepto del remanente como una auto designación para nuestra iglesia. Entonces veremos las sugerencias ofrecidas para reemplazar este concepto, sus fortalezas y debilidades.

2. RAZONES PARA LA CRISIS APARENTE
2.1 El contacto con otros cristianos
Probablemente uno de los elementos más significativos en la presente discusión del concepto del remanente en la Iglesia Adventista ha sido la forma negativo en que otros cristianos nos han percibido. Por nuestro énfasis en el remanente, los evangélicos han concluido que nos vemos los exclusivos hijos de Dios, los únicos verdaderos cristianos. Bajo tanta presión la tendencia humana natural sería encontrar formas de cambiar esa imagen y persuadir a los acusadores a concluir que somos parte de la comunidad cristiana. El riesgo de esta empresa es la tentación a modificar o renegociar nuestra identidad. Esto es precisamente la acusación que han levantado algunos contra los autores del libro Questions on Doctrine.

De todas maneras, es nuestro deber mantener al mundo cristiano informado apropiadamente acerca de quienes somos y cuál es nuestra misión. Cualquier mal entendido en sus mentes debe ser eliminado. Si lo que sostenemos es verdad, entonces, no tenemos elección sino la de llegar al mundo cristiano en un esfuerzo de compartir con ellos, en una forma atractiva, que es lo que sostenemos, evitando hasta donde sea posible el alienarlos. A pesar de eso hay alguna posibilidad que algunos adventistas puedan reaccionar a las acusaciones de nuestros amigos evangélicos modificando nuestra imagen más allá de los compatible con la misión de la iglesia.

2.2 El retraso aparente de la parusía
Es probable que el tiempo pasado desde 1844 está ejerciendo alguna influencia entre los adventistas forzando a algunos de ellos a reconsiderar la misión y la identidad de la iglesia. Indudablemente, nuestro pioneros estaban persuadidos que Cristo estaba pronto a regresar y que la crisis final estaba por comenzar. Esta convicción hizo el concepto remanente como una auto designación muy significativa. Ellos habían sido testigos de las señales del fin y estaban experimentando el rechazo de otros cristianos; el dragón estaba enemistado contra el pequeño remanente. Actualmente, sin embargo, hemos crecido, nos hemos institucionalizado un poco y todavía continuamos proclamando el regreso del Señor. El aspecto de la urgencia parece que no es lo que fue. El remanente no parece estar más como objeto de ataque por otros cristianos o por poderes civiles. Las personas no parecen estar interesadas en asuntos espirituales y la exclusividad religiosa no es tolerada. Indudablemente, hay una verdadera necesidad de transformar el concepto en uno más relevante para la iglesia de la actualidad, al comienzo del siglo XXI.

2.3 Desarrollo teológico
Durante la segunda mitad del último siglo se ha incrementado el número de eruditos adventistas que han logrado su nivel doctoral de teología en universidades no adventistas, exponiéndose a la diversidad de ideas y métodos de interpretación bíblica. Esto ha sido bueno para la iglesia en el sentido que ahora tenemos un grupo de expertos que pueden ser utilizados por la iglesia como consultores en la diversidad de temas doctrinales y teológicos.

De todas maneras, también somos testigos de la tendencia entre algunos de ellos que fueron a esas universidades y que incorporaron elementos de su metodología teológica que pueden damnificar la identidad adventista. Nuestra comprensión de la iglesia adventista como el pueblo remanente de Dios está determinada por el nuestro sistema de interpretación profética. Nosotros creemos que este es el sistema que Daniel usó para interpretar sus propias profecías, el que usó Jesús, Pablo y otros escritores bíblicos. Si nosotros estamos equivocados, entonces no habrá una base para nuestra comprensión del remanente mencionado en Ap. 12:17.

En la erudición moderna, el historicismo ya no es un método aceptado para la interpretación profética. Bajo la influencia de la erudición moderna algunos adventistas han cuestionado o rechazado esta metodología y en consecuencia han redefinido la identidad de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y el significado del concepto del remanente. En algunos casos el origen de la función de la iglesia es explicado usando modelos sociológicos.

2.4 Cosmovisiones modernas
Los adventistas entrenados en otros campos de conocimiento han sido expuesto a un mundo de diferencia del que estaban acostumbrados como adventistas. Esto ha hecho difícil para ellos preservar intacta la cosmovisión adventista y nuestro escenario de los eventos del tiempo del fin. Algunos de ellos perciben algunas de nuestras enseñanzas como demasiadas sectarias y se sienten incómodos con ellas. Ellos tiende a argumentar por una redefinición de nuestra identidad y el rechazo de cualquier rastro de exclusividad o distintividad. Algunos de esos individuos son más abiertos que otros al pluralismo y al posmodernismo.

Si el posmodernismo está correcto al declarar que la verdad es relativa por definición, entonces nuestra declaración de que somos el pueblo remanente de Dios, su instrumento en la proclamación del mensaje que es indispensable para cada ser humano en cualquier cultura alrededor del mundo, es una locura. Esta preocupación, si se toma seriamente, nos forzaría a re-escribir nuestra misión y redefinir nuestra identidad. William Johnsson rechaza esta conclusión como “ilegítima” y concluye que “esto capitula al espíritu de los tiempos y abandona la idea central bíblica.”

2.5 La espiritualidad y el remanente
En algunos círculos adventistas la crisis sobre el remanente parece haber sido motivada por la convicción que líderes en la iglesia como así también pastores y muchos miembros van a la deriva con respecto al mensaje original confiado a la iglesia, permitiendo un elemento de apostasía sobre la iglesia. Se argumenta que nuestro estándar se está reduciendo e inclusive rechazando por algunos, y que el compromiso espiritual de muchos de los miembros de la iglesia es muy superficial. Hay demasiado pecado en la iglesia para llamarse a si misma “la Iglesia Remanente”. Desde esa perspectiva algunos de las preguntas críticas son : si la iglesia Adventista está en proceso de apostasía ¿quién es entonces el remanente de Dios? ¿Dónde debe encontrarse el remanente? ¿Cómo se lo define? Las acusaciones son muy serias y requieren una cuidadosa atención, pero sus implicaciones son todavía más serias.

Estoy seguro que hay muchas otras razones o causas que han contribuido a la confusión que estamos viendo acerca del concepto del remanente pero las que hemos mencionado sirven para ilustrar la naturaleza de la crisis. Ahora debemos examinar las nuevas propuestas para redefinir la comprensión adventista sobre el remanente.

3. EL REMANENTE: NUEVAS PROPUESTAS
La diversidad de puntos de vista en este asunto es significativo y sugiere que hay una verdadera erosión de la posición tradicional entre algunos adventistas. En este espectro de opiniones, encontramos puntos de vista contradictorios.

3.1 La posición tradicional
Podemos resumir la posición tradicional de la iglesia Adventista de la siguiente manera. Primero el remanente mencionado en Ap. 12:17 describe a los que son fieles y sobrevivieron los ataques del dragón durante los 1260 días (538-1798 dC). Segundo, son caracterizados como aquellos que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Tercero, los mandamientos mencionados son los 10 mandamientos, incluyendo en una forma especial al sábado. Cuarto, el testimonio de Jesús, de acuerdo a Ap. 19:10, se refiere a la manifestación del espíritu de la profecía dentro del remanente. Quinto, como la iglesia Adventista del Séptimo Día es el cuerpo central en la proclamación de la perpetuidad de la ley de Dios y el sábado y como, adicionalmente, ha habido una manifestación del don de la profecía en esta iglesia particular, podemos identificarla como el remanente fiel de Dios en el tiempo del fin.

Esta comprensión ha sido cuestionada sobre diferentes bases. Todavía es considerado demasiado exclusiva ya que no admite a otros cristianos, que son considerados por Dios como fieles siervos, ser partes del remanente. Adicionalmente, esta posición no toma en consideración que el ser parte de la iglesia Adventista del Séptimo Día no lo hace a uno automáticamente miembro del remanente fiel. Tenemos adventistas nominales que no están totalmente comprometidos con el mensaje y la misión de la iglesia. ¿Estamos dispuestos a decir que ellos son de hecho una expresión del remanente fiel del tiempo del fin? ¿Acaso la hermana White no mencionó que nuestra iglesia tendría que pasar a través de un zarandeo escatológico de tal manera que Dios pudiera purificarla? Cualquier definición de la iglesia como el remanente de Dios tendría que proveer respuestas a estas preguntas.

3.2 El remanente de Dios incluye Adventistas y no Adventistas
Probablemente sea correcto decir que fue durante los ‘50 (1955-56) que los Adventistas por primera vez en su historia entraron en un diálogo extraoficial con un grupo de teólogos evangélicos. De este dialogo resultó la publicación del libro llamado Questions on Doctrine. La pregunta número 20 en este libro tiene que ver con el concepto del remanente. La respuesta clarifica que los Adventistas no “equiparan su iglesia con la iglesia invisible, aquellos que en cada denominación permanecen fieles a las Escrituras.” pero reconoce que “Dios tiene una multitud de fervientes, fieles, sinceros seguidores en todas las comuniones cristianas.” De todas maneras, todavía se mantiene que en aplicar el concepto de remanente de Ap. 12:17 a sí mismos, los Adventistas simplemente están aceptando “la conclusión lógica de nuestro sistema de interpretación profética.”

Sin embargo, la respuesta dada va más allá de lo que parece ser la expresión tradicional del concepto del remanente ampliándolo hasta incluir a otros no Adventistas:


“Pero el hecho que aplicamos esta escritura, no implica de ninguna manera que creemos que somos los únicos cristianos verdaderos en el mundo, o que somo los únicos que seremos salvados. Mientras creemos que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es la organización visible por medio de la cual Dios está proclamando el último mensaje especial al mundo, recordamos el principio enunciado por Cristo cuando dijo “También tengo otras ovejas que no son de este redil;” (Jn. 10:16). Los Adventistas creemos firmemente que Dios tiene un maravilloso remanente, una multitud de creyentes fervorosos y sinceros en cada iglesia, sin eceptuar la comunión Católica Romana, los cuales están viviendo a la luz que Dios les ha dado. El Gran Pastor de la ovejas las reconoce como suyas, y las está llamando al gran redil y su comunión para prepararse para su retorno.”

El término remanente ahora es aplicado a los cristianos sinceros en cualquier lugar del mundo. Es difícil conocer el impacto que este aparente cambio ha tenido en la iglesia en general y en la misión de la iglesia en particular. Es probable que bajo la influencia de esta posición algunos están llamando a la Iglesia Adventista no la iglesia remanente sino la iglesia del remanente. Aunque la mayoría del remanente no está en la Iglesia Adventista, somo los portadores de la luz del remanente. Aquí podemos “decir que somos la iglesia del remanente, a tal punto que somos los portadores del mensaje de los tres ángeles de Ap. 14:6-12, el llamado de Dios a reunir al remanente... cuando invitamos a las personas a convertirse en Adventistas, no estamos necesariamente invitándolos a llegar a ser parte del remanente de Dios por el hecho de que ellos están dispuesto a hacer, aún cuando vienen de trasfondos paganos. En lugar de ello lo estamos invitando a llegar a ser miembros de la iglesia que lleva el mensaje del remanente y es el hogar natural del remanente.”

C. Mervyn Maxwell ha criticado esta visión que el concepto del remanente incluye algunos no-adventistas, argumentando que como consecuencia, los guardadores del sábado no serán indispensables para el remanente, porque algunos ya son miembros del mismo sin guardar el sábado. Además, el siente que esta aproximación convierte en irrelevante el llamado a salir de Babilonia por el hecho de que los Adventistas ya no son el remanente del tiempo del fin sino sólo una parte privilegiada del remanente del tiempo del fin. Maxwell encuentra en esta re-definición una amenaza a la comprensión Adventista del remanente y a como él mismo prefiere aplicar el término remanente exclusivamente a la Iglesia Adventista. Su preocupación es válida y requiere de una seria consideración.

3.3 Un Remanente dentro del Remanente
Esta parece ser la posición tomada por Hope International y el Hartland Institute. Ellos están persuadidos que la Iglesia Adventista del Séptimo Día no está predicando el adventismo histórico y que está en apostasía. Todavía, dicen ellos, hay un grupo de miembros de iglesia que son leales al Señor y que son los únicos que constituyen el verdadero remanente de Dios, el remanente fiel. Estas organizaciones probablemente se consideran a si mismas como parte de ese remanente fiel de Dios. Esta comprensión del remanente tiene que ver con la aparente debilidad que tiene la visión tradicional que reconoce que no necesariamente cada miembro de la Iglesia Adventista es miembro del remanente de Dios para el tiempo del fin. De todas maneras, al sugerir o implicar que sus nuevas organizaciones son hasta cierto punto la personificación del verdadero remanente fiel, ellos dirán que siendo parte de sus organizaciones uno llega a ser miembro del remanente fiel. De esta manera ellos hacen justamente lo que condenan de la Iglesia Adventista. Además, hay una fuerte carga de exclusividad en su comprensión del concepto del remanente. Sus exponente no proveen una definición significativa y bíblica del remanente.

3.4 El Remanente es una Entidad Invisible
Mientras que el punto de vista anterior argumenta que la Iglesia del Séptimo Día es un remanente camino a la apostasía, este nuevo punto de vista argumenta que el remanente es por naturaleza invisible. El mejor exponente de esta posición es Steve Daily. El nos llama a “parar de pensar en nosotros mismos como el “pueblo elegido de Dios” y comenzar a reconocer la existencia y el ministerio de “los pueblos elegidos por Dios”. Este es un llamado a movernos de una teología del remanente ethnocéntrica a un espíritu de afirmación religiosa que reconoce que el “reino de Dios en la tierra” trasciende cada movimiento religioso de la humanidad, y se regocija en que en el futuro el reino incluirá “muchas mansiones”.

Esta propuesta es en esencia un rechazo al punto de vista Adventista sobre el remanente. De hecho este es el propósito central en el libro de Daily : redefinir al adventismo en términos de la corriente principal Evangélica. Su llamado es radical porque requiere un rechazo a nuestra identidad denominacional e institucional. El nivel de discontinuidad con el adventismo tradicional es tan drástico que es difícil incorporarlo para un diálogo productivo.

3.5 El Remanente Todavía no es una Realidad
Jack W. Provonsha ha sugerido que el remanente de Apocalipsis todavía no ha aparecido. El considera que es casi perverso para la Iglesia Adventista llamarse a si mismo “la iglesia remanente”, porque el remanente es más que una institución establecida. El remanente debe ser definido en términos de calidad de vida y fe y no en términos de membresía en una organización eclesiástica. Reconociendo que el concepto del remanente es muy importante en la teología Adventista, Provonsha está dispuesto a decir que aún cuando el remanente está en el futuro, la Iglesia Adventista puede referirse a si misma como un “remanente proléptico” en el sentido que sus miembros serán absorbidos en la polarización escatológica, para llegar a ser el remanente final, el verdadero remanente de Dios.

Esta visión al asunto bajo consideración es desde su raíz una negación de la idea que la Iglesia Adventista es el remanente de Dios. Reinterpreta Ap. 12:17 como una profecía todavía no cumplida; el remanente de Dios existirá solamente durante la polarización escatológica final de la raza humana. Esta sugerencia que la iglesia debiera llamarse el “remanente proléptico” es un atentado a preservar un vestigio de un concepto fundamental para la iglesia. El único rol que Provonsha le asigna a la Iglesia Adventista es el de una minoridad profética. Por medio de esto lo que quiere hacer es, como un profeta del pasado, un llamado a reformar y cambiar al mundo, preparando el camino al Señor.

Parece que Provonsha ha identificado un asunto importante en la compresión del remanente en el adventismo con el que nunca antes hemos tratado con amplitud y que tiene que ver con la pregunta sobre la relación entre la iglesia presente como el remanente de Dios y el remanente formado por aquellos que serán salvado en ocasión de la II Venida del Señor. En otras palabras, ¿cuál es la conexión entre el remanente mencionado en Ap. 12:17 y el remanente descripto en Ap. 14:1-5? De todas maneras su solución no deja espacio para una asignación importante al adventismo actual como el verdadero remanente del pueblo de Dios.

3.6 Comprensión Sociológica del Remanente
Hay un grupo de adventistas a los que les gustaría ver a la iglesia más activamente envuelta en actividades sociales y políticas. Ellos ha encontrado en el concepto del remanente una herramienta importante que puede ser utilizada para promover sus puntos de vista. Charles Scriven ha observado que en la Biblia el remanente señala asuntos sociales y políticos y sugiere que para hacer que la iglesia sea leal a esta comprensión del remanente es necesario estar a la vanguardia de la reforma social y política. Esto no niega que el remanente debiera también llegar a los individuos con el evangelio. Pero la comprensión adventista del remanente como llamando a las personas a la obediencia de los mandamientos no hace, de acuerdo a él, justicia al mensaje del libro del Apocalipsis. El énfasis debiera ponerse en la reforma política y social. El texto bíblico difícilmente podría mantener la declaración de Scriven al definir que la naturaleza del remanente en el AT tiene que ver con el compromiso en la reforma social.

Otros como Charles W. Teel, han ido más lejos al desnudar el concepto del remanente de casi todo contenido religioso y al transformarlo en un movimiento social de reforma y oposición al abuso social y la opresión. Cualquiera envuelto en oposición a la Babilonia moderna, lo que significa hablar sobre la bestia del racismo, sexismo, nacionalismo, consumismo y otros, pertenece al remanente. Bajo tal posición está la convicción de que la distinción entre lo sagrado y lo secular es una falsedad; forman parte de una misma pieza. Es irrelevante hablar acerca de una iglesia particular como el remanente. Tal cosa nos llevaría al triunfalismo. “Nosotros no constituimos el remanente de Dios, aunque realmente somos llamados a ser parte del remanente de Dios, llamado a proclamar el mensaje de los ángeles de Juan, de la noticia de liberación de la Babilonia que ha caído.”

La contribución de esta redefinición al concepto del remanente consiste en recordarnos que el remanente en algunos casos no tiene solamente una responsabilidad religiosa sino también una social. Este debe condenar la maldad en todas sus formas (destrucción ecológica, explotación económica, opresión étnica o discriminación racial) . Todas son expresiones de la maldad generada por el archienemigo de Dios: el dragón. Pero al comprender al remanente en términos sociológicos, el alcance bíblico del remanente como una entidad fundamentalmente religiosa envuelta en un conflicto cósmico, es dejado de lado y consecuentemente llega a estar desconectado de sus bases bíblicas y apocalípticas. Además, esta concepción sociológica del remanente parece haber aceptado la metodología crítica moderna de interpretación de la literatura bíblica apocalíptica.

4. CONCLUSIÓN
Es obvio que hay una importante diversidad de opiniones entre los adventistas sobre el significado del concepto del remanente en cuanto a cómo se aplica a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Las posiciones sostenidas por los pensadores “progresistas” (frecuentemente llamados “liberales”) tienen una cosa en común: ellos cuestionan o rechaza en método historicista de interpretación profética. Esto ha resultado en una disminución en el énfasis de la segunda venida de Jesucristo. Consecuentemente, ellos están más interesados en la reforma social que en la escatología, para mejorar la calidad de vida aquí y ahora.

El ala ultraconservadora no rechaza el método historicista de interpretación pero trabaja con una soteriología y una eclesiología que carece de precisión teológica y bíblica. El perfeccionismo es abordado peligrosamente cercano a la soteriología y parece ser el motor que mueve el punto de vista sobre la naturaleza de la iglesia. La comprensión que tienen de la perfección es usada para determinar cuando la Iglesia Adventista está, o no, en apostasía . Una vez que ellos concluyen que la iglesia está en apostasía están forzados a redefinir el concepto de remanente. El libro Questions on Doctrine sostiene el método Adventista de interpretación profética e intenta representar la perspectiva teológica de la Iglesia Adventista adecuadamente.

Los diferentes usos del concepto del remanente en las Escrituras son provechosos al momento de pulir lo que queremos decir cuando nos llamamos a nosotros mismos la iglesia remanente. Hay un remanente designado, un remanente histórico, un remanente fiel y un remanente escatológico, creado por el Señor después del cumplimiento de la profecía de los 1260 años registrada en Ap. 12. El remanente histórico es al mismo tiempo el remanente fiel en el sentido que son los que llevan el mensaje de Dios al mundo. A ellos se les ha confiado la misión y el mensaje de Dios que, si es aceptado por otros, serán protegidos del último gran engaño de Satanás. Este es un remanente visible que puede ser identificado por algunas marcas específicas. El cumplimiento de la misión requiere la presencia de algunos tipo de organización.

Este remanente histórico y fiel está activo durante el tiempo en que el dragón está formando su coalición con la bestia del mar que fue curada y la bestia de la tierra (Ap. 13) en un atentado de unir al mundo contra el pueblo de Dios. Durante este tiempo el remanente está activo proclamando el mensaje de los tres ángeles y juntando al resto de los miembros del remanente escatológico. La comprensión bíblica del remanente indica que no necesariamente cada miembro del remanente histórico está totalmente comprometido con el Señor en una permanente relación de fe. Pero es la intención de Dios limpiar a este remanente separando el trigo de la cizaña antes de la crisis final.

Si el término remanente debe ser usado para referirse al pueblo de Dios que todavía está en Babilonia, debemos definirlo cuidadosamente. Hay un remanente fiel en Babilonia, pero todavía no es parte del remanente histórico y visible del tiempo del fin. Son fieles a la luz de la Palabra de Dios. Necesitan escuchar el menaje proclamado por el remanente histórico de tal manera de estar listos para confrontar los engaños del enemigo y ser capaces de reflejar, tan plenamente como sea posible, el carácter de Dios y el cordero en sus vidas. Sólo entonces serán parte del histórico, fiel y escatológico remanente de Dios.

El remanente escatológico será plenamente desarrollado cuando aquellos que vienen de Babilonia se unan al remanente histórico, visible y escatológico. Esto acontecerá en la polarización escatológica de la raza humana poco antes del retorno del Señor. Durante la confrontación final encontrarán refugio en el cuidado providencia y la protección del Cordero.
Dr. Ángel Manuel Rodríguez
Traducción: Jorge Allan Iuorno

El Papel de Israel en las Profecías del Antiguo Testamento

I. Introducción
Pocos pasajes bíblicos son tan comúnmente mal entendidos, o tal vez interpretados en formas tan dispares, como los que contienen las promesas divinas formuladas por medio de los profetas del antiguo Israel. Es un hecho histórico innegable que hasta hoy la mayor parte de estas predicciones no se ha cumplido. A fin de explicar este aparente enigma, los comentadores de la Biblia han propuesto diversas explicaciones:
1. La escuela modernista de interpretación bíblica niega totalmente la posibilidad de una profecía que se proyecte hacia el futuro, y afirma que las "predicciones" fueron escritas después de haberse realizado lo que se había "predicho", o que tales "predicciones" sólo reflejaban las esperanzas que el profeta y su pueblo acariciaban para el futuro.
2. La escuela futurista de interpretación bíblica afirma que muchas de las promesas de restauración y liderazgo mundial que le fueron formuladas al antiguo Israel, están aún por cumplirse en relación con el establecimiento del Estado moderno de Israel.
3. El movimiento anglo-israelita enseña que los pueblos anglosajones son los descendientes de las así llamadas "tribus perdidas" del reino del norte, y que las promesas se cumplirán en buena medida en favor de sus descendientes actuales.
4. Una escuela menos definida basa su interpretación de las partes proféticas del AT en la teoría de que el profeta, si bien presentaba mensajes a la gente de su época, 28 también a veces se trasladaba a un futuro distante, de modo que muchas de sus predicciones no se aplicaban en absoluto al pueblo literal de Israel, sino que eran exclusivamente para el Israel espiritual o sea la iglesia de hoy. Siguiendo esta interpretación, algunos han llegado al extremo de proponer una migración cristiana a Palestina.
5. Por lo general, los adventistas del séptimo día creen que las promesas y las predicciones dadas por medio de los profetas del AT originalmente se aplicaron al pueblo de Israel literal, y que éste habría visto su cumplimiento si hubiera obedecido a Dios y le hubiera sido leal. Pero las Escrituras, en cambio, registran el hecho de que Israel desobedeció a Dios y le fue desleal. Por lo tanto, lo que Dios se había propuesto hacer en favor del mundo por medio del antiguo Israel finalmente lo realizará por medio de la iglesia que tiene en el mundo hoy, y muchas de las promesas que originalmente fueron dadas al Israel literal se cumplirán en su pueblo remanente al final del tiempo.

II. Israel como pueblo escogido de Dios
1. Al llamar a Abrahán, Dios puso en operación un plan definido para que el Mesías viniera al mundo y para presentar la invitación evangélica a todos los hombres (Gén. 12:1-3; PP 117; PR 273). Dios encontró en Abrahán a un hombre dispuesto a obedecer sin reservas la voluntad divina (Gén. 26: 5; Heb. 11: 8) y a cultivar en su descendencia un espíritu similar (Gén. 18: 19). Por eso, de un modo especial, Abrahán llegó a ser "amigo de Dios" (Sant. 2: 23) y "padre de todos los creyentes" (Rom. 4: 11). Dios hizo con él un solemne pacto (Gén. 15: 18; 17: 2-7), y su descendencia, el pueblo de Israel, heredó el sagrado privilegio de ser el representante escogido por Dios en la tierra (Heb. 11: 9; PP 117) para salvar a toda la raza humana. La salvación vendría "de los judíos", pues el Mesías sería judío (Juan 4: 22), y vendría por medio de los judíos, pues ellos serían los mensajeros de salvación a todo el género humano (Gén. 12: 2-3; 22: 18; Isa. 42: 1, 6; 43: 10; Gál. 3: 8, 16, 18; PVGM 228).
Dios celebró en el monte Sinaí un pacto con Israel como nación (Exo. 19: 1-8; 24: 3-8; Deut. 7: 6-14; PP 310; DTG 56-57). Las bases del pacto y sus propósitos finales eran los mismos que los del pacto con Abrahán. El pueblo voluntariamente aceptó 29 a Dios como su soberano, con lo cual la nación se transformó en una teocracia (PP 397, 653). El santuario se convirtió en la morada de Dios entre ellos (Exo. 25: 8); sus sacerdotes fueron consagrados para ministrar delante de él (Heb. 5: 1; 8: 3); sus servicios proporcionaron una lección objetiva del plan de salvación, y simbolizaron la venida del Mesías (1 Cor. 5: 7; Col. 2: 16-17; Heb. 9: 1-10; 10: 1-12). El pueblo podía acercarse a Dios personalmente y por medio del ministerio de un sacerdocio mediador que los representaba ante Dios. Dios dirigiría a la nación mediante el ministerio de los profetas, sus representantes designados. Estos "santos hombres de Dios" (2 Ped. 1: 21), de generación en generación instaron a Israel a arrepentirse y a practicar la justicia, y mantuvieron viva la esperanza mesiánica. Por orden divina, se conservaron siglo tras siglo los sagrados escritos, e Israel llegó a ser custodio de esos oráculos (Amós 3: 7; Rom. 3: 1-2; cf. PP 118).
El establecimiento de la monarquía hebrea no afectó los principios básicos de la teocracia (Deut. 17: 14-20; 1 Sam. 8: 7; PP 653). El Estado todavía había de administrarse en el nombre de Dios y por su autoridad. Aun durante el cautiverio, y más tarde bajo el dominio extranjero, Israel siguió siendo en teoría una teocracia, si bien en la práctica no lo fue plenamente. Sólo cuando sus dirigentes formalmente rechazaron al Mesías y declararon ante Pilato que no tenían "más rey que César" (Juan 19: 15), la nación de Israel se retiró irrevocablemente de los alcances del pacto y de la teocracia (DTG 686-687).
Por medio del antiguo Israel, Dios tenía el plan de proporcionar a las naciones de la tierra una revelación viviente de su propio carácter santo (PVGM 228; PR 272-273), y una muestra de las gloriosas alturas que el hombre puede alcanzar cuando coopera con los infinitos propósitos de Dios. Al mismo tiempo permitió que las naciones paganas anduvieran "en sus propios caminos" (Hech. 14: 16), para proporcionar un ejemplo de lo que el hombre puede lograr sin Dios. De este modo, durante más de 1.500 años se llevó a cabo delante del mundo un gran experimento que tenía el propósito de probar los méritos relativos del bien y el mal (PP 324). Finalmente quedó demostrado "ante el universo que, separada de Dios, la humanidad no puede ser elevada", y que "un nuevo elemento de vida y poder tiene que ser impartido por Aquel que hizo el mundo" (DTG 28).

III. El ideal: Cómo había de funcionar el plan
Dios colocó a su pueblo en Palestina, en la encrucijada del mundo antiguo, y le proporcionó todo lo necesario para que pudiera llegar a ser la mayor nación sobre la faz de la tierra (PVGM 230-231). Se había propuesto exaltarlo "sobre todas las naciones de la tierra" (Deut. 28: 1; PR 272-273), como resultado de lo cual "todas las naciones" reconocerían su superioridad y los llamarían "bienaventurados" (Mal. 3:10, 12). Como recompensa por practicar la justicia y los sabios principios celestiales se les prometió prosperidad sin par, tanto temporal como espiritual (Deut. 4: 6-9; 7: 12-15; 28: 1-14; PR 272-273, 519). Esta prosperidad resultaría de la plena cooperación con la voluntad de Dios revelada por medio de los profetas, y de la bendición divina añadida a los esfuerzos humanos (DTG 751-752; cf. PP 215).

El éxito de Israel debía basarse en lo siguiente:
1. Santidad de carácter .
(Lev. 19: 2; ver com. Mat. 5: 48). Sin esto, el pueblo de Israel no estaría en condiciones de recibir las bendiciones materiales que Dios deseaba concederle. Sin esta santidad, las muchas ventajas sólo resultarían en perjuicio para ellos y para otros. Su propio carácter progresivamente debía ser más noble y más elevado y reflejar siempre más perfectamente los atributos del perfecto carácter 30 de Dios (Deut. 4: 9; 28: 1, 13-14; 30: 9-10; PVGM 230-231). La prosperidad espiritual había de preparar el camino para la prosperidad material.
2. Las bendiciones de la salud.
La debilidad y la enfermedad habrían de desaparecer enteramente de Israel si el pueblo se adhería estrictamente a los principios del sano vivir (Exo. 15: 26; Deut. 7: 13, 15; etc.; PP 396-397; PVGM 231).
3. Intelecto superior.
La cooperación con las leyes naturales que rigen el cuerpo y la mente daría como resultado una fuerza mental siempre creciente, y el pueblo de Israel recibiría la bendición del vigor intelectual, de una aguda perspicacia y de un sano juicio. En cuanto a sabiduría y entendimiento estarían muy por encima de las otras naciones (PR 272). Debían transformarse en una nación de genios intelectuales, y al fin la debilidad mental no se conocería entre ellos (PP 396; cf. DTG 767; PVGM 230-231).
4. Habilidades para la agricultura y la ganadería.
Al cooperar el pueblo con las instrucciones que Dios le daba en cuanto al cultivo del suelo, la tierra paulatinamente volvería a la fertilidad y la hermosura edénica (Isa. 51: 3); se transformaría en una lección objetiva de los resultados que se alcanzan al actuar en armonía con las leyes morales y naturales. Finalmente desaparecerían pestes y enfermedades, inundaciones y sequías, y no habría fracasos en las cosechas (cf. Deut. 7: 13; 28: 2-8; Mal. 3: 8-11; PVGM 231-232).
5. Artesanía excepcional.
Los hebreos habrían de adquirir sabiduría y habilidad en todo tipo de artesanía. Demostrarían un elevado grado de genio inventiva y habilidad como artesanos para fabricar todo tipo e utensilios y aparatos mecánicos. Los conocimientos técnicos permitirían que los productos fabricados en Israel fueran superiores a los de todos los otros (Exo. 31: 2-6; 35: 33, 35; PVGM 230-231).
6. Prosperidad sin par.
"Su obediencia a la ley de Dios había de presentarlos como maravillas de prosperidad delante de las naciones del mundo", testigos vivientes de la grandeza y la majestad de Dios (Deut. 8: 17-18; 28: 11-13; PVGM 230-231; DTG 530).
7. Grandeza nacional.
Dios deseaba proporcionar a cada individuo y a la nación todas las facilidades para que llegaran a ser la mayor nación de la tierra (PVGM 230; Deut. 4: 6-8; 7: 6, 14; 28: 1; Jer. 33: 9; Mal. 3: 12; PP 279, 324; Ed 37; DTG 530). Se proponía hacer de ellos una honra para su nombre y una bendición para las naciones que los rodeaban (Ed 37; PVGM 228).
Cuando las naciones de la antigüedad vieran el progreso sin precedentes de los israelitas, se suscitarían su atención y su interés. "Aun los paganos reconocerían la superioridad de los que servían y adoraban al Dios viviente" (PVGM 232). Deseando obtener para sí las mismas bendiciones, preguntarían cómo podrían adquirir también ellos esas evidentes ventajas materiales. Israel les respondería: "Aceptad a nuestro Dios como vuestro Dios, amadle y servidle como lo hacemos nosotros, y él hará lo mismo en favor de vosotros".

"Si Jerusalén hubiese conocido lo que era su privilegio conocer, y hecho caso de la luz que el cielo le había enviado, podría haberse destacado en la gloria de la prosperidad, como reina de los reinos.... como poderosa metrópoli de la tierra" (DTG 529-530), y como noble vid habría llenado de fruto la faz de la tierra (Isa. 27: 6). "De haberse mantenido Israel como nación fiel al cielo, Jerusalén habría sido para siempre la elegida de Dios" (CS 21; cf. PR 32; Jer. 7: 7; 17: 25).

IV. El fracaso de Israel en realizar el plan de Dios
Dios proporcionó a los israelitas "toda clase de facilidades para que llegaran a ser la más grande nación de la tierra" (PVGM 231). Cuando produjo "uvas silvestres" en vez de los frutos maduros del carácter, Dios preguntó: "¿Qué más podía hacer a mi viña que yo no haya hecho en ella?" (Isa. 5: 1-7). No había otra cosa que Dios pudiera haber hecho en favor de ellos; pero a pesar de todo fracasaron. Por no "someterse a las restricciones y mandamientos de Dios", no pudieron "llegar a la alta norma que él deseaba que ellos alcanzasen", ni recibieron "las bendiciones que él estaba dispuesto a concederles" (PP 396).

VII. El Israel espiritual reemplaza al Israel literal
Al rechazar formalmente a Jesús, la nación judía puso fin a su última oportunidad como instrumento especial de Dios para la salvación del mundo. Según las palabras de Cristo mismo, fue "finalmente" a los judíos a quienes Dios "envió a su Hijo", pero ellos lo tomaron, "le echaron fuera de la viña y le mataron" (Mat. 21: 37-39). Después de esto, Dios dio "su viña" (Isa. 5: 1-7) "a otros labradores" que le iban a pagar "el fruto a su tiempo" (ver com. Mat. 21: 41). Cuando se retiró por última vez del sagrado recinto del templo, Cristo dijo: "Vuestra casa os es dejada desierta" (Mat. 23: 38). El día anterior había dicho del templo: "mi casa" (cap. 21: 13), pero en adelante ya no lo consideraría más como su casa. Jesús mismo pronunció sentencia contra ellos: "Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él" (Mat. 21: 43; cf. 1 Ped. 2: 9-10).
En Rom. 9-11 se habla de la transición del Israel literal e histórico al Israel espiritual. Aquí Pablo afirma que el rechazo de los judíos no significaba que las promesas de Dios hubieran fallado (Rom. 9: 6), y explica en seguida que han de hacerse efectivas por medio del Israel espiritual. Cita a Ose. 2: 23: "Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo" (Rom. 9: 25-26). El Israel espiritual incluye tanto a judíos como a gentiles (vers. 24). Pedro concuerda: "En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia" (Hech. 10: 35; cf. cap. 11: 18). Años más tarde Pedro se dirige a "los que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios" (1 Ped. 2: 10), gente que ahora es "nación santa, pueblo adquirido por Dios" (vers. 9). En Rom. 9: 30-31 Pablo afirma la misma verdad al decir que en el plan divino la iglesia cristiana ha reemplazado a la nación hebrea. En adelante ya no habrá más "diferencia entre judío y griego" (cap. 10: 12-13).
Pablo subraya el hecho de que el rechazo del Israel literal como instrumento escogido por Dios para la salvación del mundo no significa que los judíos ya no puedan ser salvos en forma individual (cap. 9: 6; 11: 1-2, 11, 15), porque él mismo es judío (cap. 9: 3; 10: 1; 11: 1-2); pero han de ser salvos como cristianos, y no como judíos. Es verdad -dice él- que la nación de Israel tropezó en la "piedra de tropiezo", que era Jesús (Rom. 9: 32-33; 11: 11; cf. 1 Ped. 2: 6-8; 1 Cor. 1: 23), pero esto no significa que deban caer. "En ninguna manera", exclama Pablo (Rom. 11: 1, 11, 22). Los judíos según la carne todavía pueden hallar la salvación si son injertados en el Israel espiritual, exactamente del mismo modo en que los gentiles deben ser injertados (vers. 23-24). "Todo Israel" está compuesto de judíos y gentiles, y por eso "todo Israel será salvo" (Rom. 11: 25-26; PR 272). Pablo aclara, más allá de toda duda, que cuando habla de "Israel" como pueblo escogido de Dios, emplea el término en este sentido. Dice específicamente que por "judío" no quiere significar un judío literal, sino el que está convertido de corazón, sea judío o gentil (cap. 2: 28-29). Todos los que tienen fe en Cristo son una cosa en el Salvador, y como "simiente" espiritual de Abrahán, son "herederos según la promesa" (Gál. 3: 9, 28-29).
"Lo que Dios quiso hacer en favor del mundo por medio de Israel, la nación escogida, lo realizará finalmente mediante su iglesia que está en la tierra hoy" (PR 526). Las gloriosas promesas que originalmente le fueron hechas al Israel literal están hallando su cumplimiento hoy en la proclamación del Evangelio a todos los hombres (PR 277-278; CS 504; Apoc. 14: 6-7). "Las bendiciones así aseguradas a Israel se prometen, bajo las mismas condiciones y en el mismo grado, a toda nación y a todo individuo debajo de los anchos cielos" (PR 367; cf. 223). "La iglesia en esta generación ha sido dotada por Dios de grandes privilegios y bendiciones, y él espera 38 los resultados correspondientes . . . En la vida de los hijos de Dios, las verdades de su Palabra han de revelar su gloria y excelencia. Mediante su pueblo, Cristo ha de manifestar su carácter y los principios de su reino" (PVGM 238). Ahora le corresponde al Israel espiritual -que antes no era el pueblo de Dios pero que ahora sí lo es- anunciar "las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (1 Ped. 2: 9-10).
Nunca deberíamos olvidar que "las cosas que se escribieron antes" fueron escritas para la "enseñanza" de las generaciones futuras, hasta el mismo fin del tiempo, con el propósito de inspirar paciencia, consuelo y esperanza (Rom. 15: 4). Fueron "escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos" (1 Cor. 10: 11).
Los profetas mismos no siempre comprendieron con claridad los mensajes que daban con referencia al futuro distante, a la venida del Mesías (1 Ped. 1: 10-11). Esas reiteradas predicciones mesiánicas tenían el propósito de elevar la vista de la gente, de los acontecimientos pasajeros de sus días a la venida del Mesías y al establecimiento de su eterno reino, para que pudieran considerar las cosas del tiempo a la luz de la eternidad. Sin embargo, esos mensajes, que entonces pertenecían al futuro distante, no sólo tenían el propósito de inspirar paciencia, consuelo y esperanza en el momento de ser pronunciados, sino que también debían servir para los hombres del tiempo de Cristo como evidencia confirmatorio de que en realidad él era el Mesías. La profunda convicción de que se habían cumplido los mensajes de los profetas indujo a muchos a que creyeran en Cristo como el Hijo de Dios (DTG 720-721, 740). De este modo los profetas pusieron un firme cimiento para la fe de la iglesia apostólica, e hicieron así una contribución directa y vital a la fe cristiana.
Por lo tanto, los profetas no sólo ministraron "para sí mismos" y para sus contemporáneos, sino también para todas las personas sinceras de generaciones posteriores (1 Ped. 1: 12). Los que son testigos del cumplimiento de la profecía siempre tienen el privilegio de "recordar" y "creer" (Juan 13: 19; 14: 29; 16: 4). Dios determinó que aquellas profecías que la Inspiración aplica claramente a nuestros días, nos inspiran paciencia, consuelo y la esperanza de que todo lo predicho por esos santos varones de la antigüedad pronto hallará su cumplimiento final y completo.

VIII. Conclusión: Principios de interpretación
Por lo general, las promesas y las predicciones del AT estaban dirigidas al Israel literal, y debían haberse cumplido en relación con esa nación, siempre que ella fuera obediente. El cumplimiento parcial de la voluntad de Dios determinó que fuera también parcial el cumplimiento de las promesas que Dios había hecho con respecto al pacto. Sin embargo, muchas de esas promesas, sobre todo las que se refieren a la proclamación del Evangelio a las naciones y al establecimiento del reino mesiánico, no pudieron cumplirse para los judíos debido a su infidelidad; pero se cumplirán en la iglesia antes de la venida de Cristo, especialmente en el pueblo remanente de Dios, y también en la tierra nueva.
Cuando los judíos rechazaron a Jesús como el Mesías, Dios a su vez los rechazó a ellos, y comisionó a la iglesia cristiana como su instrumento escogido para salvar al mundo (Mat. 28:19-20; 2 Cor. 5: 18-20; 1 Ped. 2: 9-10; etc.). Por lo tanto, las promesas y los privilegios del pacto fueron todos transferidos permanentemente del Israel literal al Israel espiritual (Rom. 9: 4; cf. Gál. 3: 27-29; ver com. Deut. 18: 15). Aquellas promesas que todavía no se hubieran cumplido en el Israel literal, no se cumplirían más, o bien se cumplirían en la iglesia cristiana, que sería en adelante el Israel 39 espiritual. Las profecías de esta segunda clase han de cumplirse en principio, pero no necesariamente en todos sus detalles, debido a que muchos detalles proféticos se refieren exclusivamente a Israel como una nación literal situada en la tierra de Palestina. La iglesia cristiana es una "nación" espiritual esparcida por todo el mundo, y esos detalles evidentemente no pueden aplicarse a ella en el sentido literal en que se aplicarían al pueblo de Israel. Las profecías de la primera clase no pueden cumplirse porque eran estrictamente condicionales, y porque por su misma naturaleza sólo se aplicaban al Israel histórico.
El principio básico mediante el cual podemos afirmar con certeza cuándo una promesa o profecía particular del AT, hecha originalmente al Israel literal, halla su cumplimiento con respecto al Israel espiritual, es cuando un escritor posterior e inspirado hace tal aplicación de ella. Por ejemplo, la profecía de la batalla de Gog y Magog (Eze. 38-39) nunca se cumplió en relación con el Israel histórico; pero Juan el revelador nos asegura que, en principio, aunque no con todos los detalles (tales como los de Eze. 39: 9-15), esta batalla se efectuará al final del milenio (Apoc. 20: 7-9). Pero ir más allá de lo que afirma la Inspiración -ya sea en el contexto inmediato del pasaje en cuestión, en el NT o en los escritos de Elena de White- equivale a colocar la opinión personal en lugar de un terminante "Así dice Jehová". En aquellos casos en que la Inspiración no se ha definido claramente, estamos autorizados para comparar los diferentes pasajes entre sí, haciendo un esfuerzo por entender más claramente las ideas del Espíritu. Pero en esto, como en toda exposición bíblica, no deberíamos afirmar que la Biblia enseña explícitamente lo que sólo es nuestra opinión particular y limitada, no importa cuán plausible parezca ser. Además, las profecías del AT deben examinarse en primer lugar a la luz de su aplicación histórica al Israel literal, antes de intentar hacer una aplicación derivada al Israel espiritual.
Uno de los principales propósitos del comentador bíblico es reconstruir el marco histórico dentro del cual fueron hechas las declaraciones originales de los profetas. El cristianismo es una religión histórica y sus mensajes inspirados están arraigados en los cerros y los valles, los desiertos y los ríos del mundo antiguo; y están ligados a hombres y mujeres de carne y hueso que una vez vivieron en la tierra. No hay protección más segura contra las vagas especulaciones de los visionarios religiosos que un claro conocimiento del contexto histórico de las Escrituras.
Aunque el profeta miraba lo que acontecía en su derredor, también podía ver mucho más allá de sus días. De un modo misterioso que sólo Dios conoce, algunas veces las palabras del profeta debían encontrar su cumplimiento en lo que era entonces un futuro distante. Algunas veces tenían que ver no sólo con la época en la cual vivía el profeta, sino también con un día del futuro remoto. Es decir, tenían una aplicación doble. Del mismo modo, las formas en que Dios trató a los hombres en las crisis pasadas se citan muchas veces como ejemplos del trato que dará al mundo en el día final (ver com. Deut. 18: 15). Por ejemplo, los escritores bíblicos emplean el castigo que sufrieron las ciudades de Sodoma y Gomorra, ciudades literales de la antigüedad, para describir los castigos que Dios finalmente traerá sobre todo el mundo.
El estudioso de la Biblia que desee sacar de ella el mayor provecho posible, en primer lugar reconstruirá el contexto histórico de cada pasaje; escuchará al profeta que habla al antiguo Israel, y procurará comprender lo que sus palabras significaron para la gente que originalmente las escuchó. Pero también procurará captar el significado que las palabras del profeta puedan tener para tiempos posteriores, sobre todo para nuestra época. En verdad, esta aplicación secundaria es para nosotros hoy la más importante. Pero sólo teniendo en cuenta el marco del contexto histórico 40 original del mensaje se podrá establecer con certeza su sentido y su valor para nosotros.
Un estudio de los profetas del AT que consista mayormente en tomar pasajes escogidos de aquí y de allá, sacándolos de su contexto histórico y aplicándolos arbitrariamente a nuestros días -como si el profeta hubiera hablado exclusivamente para apoyar nuestra posición-, está lleno de graves peligros. En verdad, este proceder es la principal causa de las caprichosas interpretaciones que caracterizan las enseñanzas de ciertos grupos religiosos.
En esta época, cuando sopla "todo viento de doctrina", es bueno asegurarse de que la comprensión de la profecía bíblica descansa sobre un positivo "Así dice Jehová" (Deut. 29: 29; Isa. 50: 11; Jer. 2: 13; Mat. 7: 24-28; 1 Cor. 2: 4-5, 12-13; Efe. 4: 14; Col. 2: 2-4, 8; 2 Ped. 1: 16; Apoc. 22: 18). Si así lo hacemos, no caeremos en las explicaciones caprichosas que algunas veces se dan de ciertas profecías del AT. Tampoco adoptaremos la explicación puramente literal que presentan algunos expositores referente al retorno del Israel literal a la Palestina literal para gobernar al mundo durante mil años, antes de que termine el tiempo de gracia para los seres humanos. También estaremos a salvo de otras interpretaciones que no son bíblicas, mediante las cuales se aplican alegóricamente a la iglesia todos los detalles de las promesas que originalmente fueron dadas al Israel literal. Estas dos posiciones exageradas distorsionan el sentido evidente de las Escrituras y no permiten que la Iglesia logre una juiciosa comprensión de los mensajes de los profetas.
Como un enfoque seguro para estudiar los pasajes proféticos del AT, se sugieren estas sencillas reglas:
1. Examínese la profecía en su totalidad. Téngase en cuenta quién la presentó, a quién estaba dirigida y cuáles fueron las circunstancias que la motivaron.
2. Obsérvense los aspectos condicionales de la predicción y determínese hasta qué punto esas condiciones fueron cumplidas, si es que lo fueron.
3. Descúbrase qué aplicación le dan a esta profecía los autores inspirados posteriores, y sobre esta base determínese el significado que pueda tener para el pueblo de Dios de este tiempo.
4. Recuérdese que la historia del trato de Dios con su pueblo en el pasado ha sido registrada para beneficio de todas las generaciones posteriores hasta el fin del tiempo.

Si estas reglas se siguen en forma consecuente, la interpretación que se obtenga puede aceptarse con confianza. En esta forma el sincero escudriñador de la verdad encontrará mensajes de inspiración, consuelo y orientación para hoy en los mensajes inspirados de los profetas de la antigüedad.